Texto extraído del libro: «’Viva la Anarquía’: Sociabilidad, vida y prácticas culturales anarquistas. Santiago, Valparaíso, 1890-1927» – Manuel Lagos (paginas 750-756)
Imagen compartida por Víctor Muñoz.
«Cayó. Pero su caída equivalió a su triunfo. Gritó en contra de las injusticias sociales y su grito repercutió en los horizontes oscuros de los desiertos áridos del salitre. Su estremado amor para los de abajo prevaleciò y su odio para los de arriba explotò rabioso por la negra boca de un revolver. Fue un vengador y la venganza más que venganza equidad» Manuel Rojas, La Batalla Nº1, finales de 1912
Nota: Si no conoces a Plaza Olmedo, hace click AQUÍ.

Sucesos, en 1919. Reportaje de Antonio Acevedo Hernandez. Compartida Por Víctor Muñoz.
En la cárcel Plaza Olmedo tuvo que lidiar con una seria de obstáculos para mantener vivas sus convicciones, intacto su pensamiento. Ya durante los primeros meses en la Cárcel Pública, Plaza Olmedo era motivo de queja por parte del director de ésta, Belisario Gálvez, el cual denunciaba a través de las páginas de El Mercurio que «a penas internado Plaza Olmedo había presentado problemas de conducta que atentaban contra el orden penal», y que en el último tiempo había adoptado una «actitud que ya no se puede tolerar». Según el director de la cárcel, «había tenido que obligarlo, con guardias, a asistir a las misas dominicales, debido a que se oponía implacablemente a escuchar el Oficio, hasta que èl se vio obligado a ceder luego de que en medio de un sermón, el anarquista se puso de pie y comenzó a insultar al cura. Entonces los guardias lo retiraron hasta el despacho del alcaide a quien Plaza Olmedo también habría ‘insultado de la manera mas burda'» (1)
Por estas razones, el reo luego fue «engrillado de pies y manos», pero, según relataría el mismo Gálvez, Plaza Olmedo opuso resistencia cuando acudían los guardias a su celda, y con un fierro arrancado de la misma la celda habría «aturdido a uno de los guardias que intentaban cogerlo» (2)
Plaza Olmedo luego denunciaría que en aquella ocasión «el día 3 de agosto, fue flagelado por la guardia de orden del señor alcaide…. Por haber silvado, estando en la celda, doce guardias y el oficial formaron calle, desvainaron los sables y visto que se proponían flagelarme yo arranqué de un catre viejo una pata con la que me defendí, pues no iba a dejarme atropellar impunemente, de lo cual resultó herido el primero. A mi me golpearon dejándome dos horas sin conocimiento. Vuelto a mí, me encontré maniatado con grillos y esposas» (3)
EL alcaide señalaría: «a este individuo no he podido hacerle seguir buen camino y he agotado toda clase de halagos, ha sido inútil,casi asesina a un individuo de la guardia (razón por la cual) está en un patio solo por temor a que haga propaganda, (pues) hace gala de propagar sus ideas, es un individuo peligroso, pues no hace caso de nadie ni de nada»
Por su parte Plaza Olmedo denunciaría el hecho de que se le mantenga desde hace más de un año en «incomunicación» y que «el señor alcaide tiene espíritu de venganza en contra mía», a la vez denunciaba la mala calidad de la alimentación «quince dias antes de la visita (de ministros) la mejoran y después la vuelven a dar de mala calidad. En esto se ve que lo hacen con espíritu preconcebido de lucrar más a costa de los reos» (4)
Bajo estas condiciones se mantuvo en la cárcel pública hasta que la Corte de Apelaciones confirmó su sentencia -de 40 años de presidio- y traslado a la Penitenciaría de Santiago. Desde entonces se sabría poco de Plaza Olmedo. Podemos decir incluso que muchos se olvidaron de él. A través de Víctor Garrido, quien había organizado el Comité Ácrata pro Presos, había logrado contacto y ayuda de algunos compañeros individualistas establecidos en Panamá. Se trataba de un grupo de españoles que se encontraba trabajando en las obras del Canal de Panamá -ya apunto de acabarse-, y que habían logrado conformar una Federación de Agrupaciones Anarquistas, Federación Individualista, y cuyos rostros más conocidos eran SIN DIOS (Cirilo Ortega), Yague Carlos Gritteri (SIN PATRIA), I. Roldán, Ricardo «Troyas» Feijoo, entre otros.
Algunas colaboraciones a La Batalla fueron las únicas referencias a Plaza Olmedo en meses incluso años.
Hacia mediados de 1916, se volvería a saber de él. Se había desarrollado una huelga en los talleres de la Penitenciaría, ante lo cual el diario La Nación acusó directamente a Plaza Olmedo de ser instigaste de este suceso. (5)
Sabemos que Plaza Olmedo durante este periodo había desarrollando una tarea de propaganda en la cárcel, hablando a los demás presos de Anarquía, de rebelión y que ello causó la indignación de sus carceleros. Tiempo después, entrevistado por la revista Sucesos, el director de la PEnitenciaría respecto de una experiencia a cargo de los «criminales», éste señalaría:
«- ¿Y qué presos le dan más que hacer? – Los tinterillos y los anarquistas esos, contesta. – ¿Cómo así? -Aquí llegan penados leguleyos que todo los encuentran malo por sofisma. Nada les satisface, contra todo protestan. Y arrastran a los demás y forman algoradas y hay que aislarlos. Mire ud…., el pero penado que hemos tenido ha sido Efraín Plaza Olmedo, un anarquista, más tinterillo que un código viejo, Me formó innumerables algaradas, hasta que lo puse sólo en una celda… Con estas prédicas absurdas hasta llegó a formar una huelga. Pero luego se fue calmando ahora está muy sosegado. (6)
Otro ejemplo es esta imagen que nos comparte el investigador Víctor Muñoz.

1919. Compartida por Víctor Muñoz.
Entonces lo condenaron a un calabozo de castigo, aislado, en el patio llamado «de la Ignacio» donde pasaría, cuatro años y 8 meses confirmado. (7) Según Carlos Vicuña Fuentes, para las autoridades médicas, judiciales y penitenciarias, hacía tiempo que estaba claro que permanecer más de un año en tales condiciones solo podría resultar en enfermedad radical del cuerpo, de la mente o el suicidio. «Sin contacto con alma viviente, incomunicado, sin libros, sin trabajo…., en el pavoroso patio» (8)
A ese lugar según Verba Roja, habrían llegado «Últimamente las damas catequistas» que fueron a visitar y prepararon una solicitud de indulto que firmaron a regañadientes lo más granado de la aristocracia santiaguina. Esta solicitud sería presentada al presidente de la República el día de su santo, es decir el día de San Juan. Llevándose la solicitud a Plaza Olmedo para que la firmase, y éste negarse rotundamente a ello» (9)
Sólo tendría derecho a visitas en 1922, fue Carlos Vicuña Fuentes, tras encargo de algunos grupos anarquistas de Valparaíso, que también le habían dado algún dinero para Plaza Olmedo, pero éste lo rechazó, y «sólo aceptó que le comprase café y algunas provisiones y que lo suscribiera a un diario en Santiago para entrar en contacto con el mundo»
A finales de mayo de 1923, tras mediación de Vicuña Fuentes ante Fernando Alessandri -hijo del Presidente Alessandri- el reo fue trasladado a la Penitenciaría de Talca que tenía un régimen interno más tolerable. (10)
Allí estuvo desde mayo de 1923 hasta que, en 1925 -y aprovechando una coyuntura favorable a las demandas populares tras la vuelta de Alessandri, luego del contragolpe de los oficiales jóvenes en enero de ese año-, la IWW y la Unión Sindical de Panaderos, iniciarían una campaña pro liberación de Plaza Olmedo. Dicha campaña se había acordado en la 3ª Convención de la IWW, y ella se manifestaría a través de la realización de una seria de movilizaciones pro liberación. En agosto de ese año, Acción Directa señalaba:
«Tomemos hoy la pluma para recordar al viejo y aguerrido compañero; para los antiguos luchadores, este nombre es ya familiar. Nosotros recordamos que lo conocimos en un mitin , en donde pronunció un discurso vibrante, que cayó preso con otros compañeros y fueron puestos en libertad poco tiempo más tarde, que era un muchacho alto, moreno, fornido, de mirar vivo y de expresión fraternal…
Toda la férrea disciplina carcelaria ha caído sobre él; ha sufrido privaciones y torturas; ha pasado por todos los castigos los castigos imaginables. Últimamente fue trasladado de Santiago a la cárcel de Talca, también por castigo; Pero a pesar de todo, y los 14 años que lleva de cautiverio, Efraín Plaza se mantiene como el primer día, sin una claudicación vergonzosa, SUS IDEALES ESTÁN INTACTOS EN SU CORAZÓN.
¡Es deber, pues de nosotros hacer algo por él: en la prensa, en la tribuna, en todas partes!
¡Que el sol de la libertad alumbre su frente de soñador antes que la tisis lo consuma»! (11)
Continuará.
Fuentes:
(1) Citado por Alberto Haram Ross, «Jesto palabra y acción» La historia de Efraín Plaza Olmedo, e colectivo Oficios Varios Arriba Quemando el sol. Estudios de historia social chilena: experiencias populares de trabajo, revuelta y autonomía, (1830-1940), Santiago LOM, 2004, p172
(2) El Mercurio, 8 de agosto 1913, p. 19
(3) Vista Carcelaria, La Batalla, Nº1 15ª octubre 1913
(4) ibíem
(5) La Nación, 6 de Junio 1916, p. 12; cit por Harambour, «Jesto palabra, idea y acción… op, cit, p. 175»
(6) «La mansión del Crimen», Sucesos, Nº 898, 11 de diciembre de 1919
(7) ver El Día, Talca 27 de Febrero 1925 , p. 1; Vicuña Fuentes, p. 99 cit. por Harambour, p. 176
(8) Harambour, «Jesto palabra, idea y acción… op, cit, p. 176
(9) Verba Roja, Nº 34, 1ª 15ª de Julio 1920
(10) La Mañana, Talca, 27 de Mayo de 1923, P. 11; Harambour, «Jesto palabra, idea y accion …. op. Cit, p. 176»
(11) Acción Directa, Nº 32, Agosto 1924