“Fue el que manchó de sangre la tierra generosa,
El que ordenó las muertes y las flagelaciones,
El que despreció el llanto de madres y esposas
Y arrojó las conciencias libres a las prisiones”.
(Extracto del poema “Ibáñez”, 1938).
Origen: El frustrado atentado contra el “Paco” Ibáñez (1929): El otro “tiranicidio” que no fue