Nota: Transcribimos este texto de la compañera Kytha Kurin que escribió en Open Road (Vancouver, Canadá) en el verano de 1980. Fue extraído del libro Emancipación. Las anarquistas y la liberación de las mujeres”, Editorial Eleuterio (2018). Santiago.
El texto si bien es escrito hace más de 30 años, en un país primer mundista como Canadá, hay temas que son contingentes, como los debates que tuvieron las lesbianas con las feministas heterosexuales, la táctica del separatismo en el feminismo; la lucha anti-estupro de las feministas radicales; para luego iniciar un dialogo entre feminismo y anarquismo, que según la autora vendrían siendo casi sinónimos.
Ante el auge feminista en Chile y en diversas partes del mundo, creemos necesario hablar de anarquismo, anti-capitalismo y una crítica radical al patriarcado ya que los diversos gobiernos y canales de comunicación de masas quieren coaptar al movimiento para «empoderar a las mujeres» en puestos de poder y empresariales para continuar con el sistema de dominación.
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Anarco-feminismo
¿Por qué el guión?1
Kytha Kurin
Parte I
La pregunta
Los que se lamentan por la apatía de los años 70 serán, quizás, universitarios bien pagados, estudiantes rebeldes y desilusionados de los años 60, marxistas o anarquistas de sexo masculino, idiotizados de los maas-media que solo dan valor a lo que les sirve de espectáculo; incluso hasta exponentes liberales del movimiento para la liberación de la mujer, pero en absoluto feministas revolucionarios. A través de las innumerables iniciativas y acontecimientos de las campañas de masas pro-aborto a los grupos restringidos de auto-consciencia, de las fracturas entre heterosexuales y lesbianas al separatismo anti-macho, de las organizaciones sindicales de mujeres a los centros de asistencia anti-estupro, en suma, luchando siempre abierta y directamente contra la sociedad adversa a la mujer y a la propia vida, el movimiento feminista ha resucitado la eufórica demanda de lo imposible de los años 60, y ha propuesto el objetivo de convertir verdaderamente los sueños en realidad.
También el anarquismo se ha visto obligado a confrontarse con la rabia, el dinamismo y el amor del movimiento feminista. En los últimos diez años, algunas feministas y anarquistas han propuesto la fusión de ambos movimientos. En 1975 Peggy Korneggger publicó Anarchism, the Feminism Connection, y el Colectivo Zero editó su manifiesto Anarcha-Feminism en 1977. Open Road tambien dedicó muchos artículos a este tema. Sin embargo, mientras estos intentos han afrontado seriamente dos conceptos normalmente separados (o como mucho, unidos por un guión), y que algunos opinan que deberían encontrarse ambos comprendidos en el término “anarquismo”, en otros casos los dos movimientos se han considerado incompatibles: cada cual mantiene que “su” movimiento es el “más revolucionario”.