Sobre el anarquismo|Democracia y participación

Cita

«
Democracia-2-1
Muchas personas se oponen al gobierno no democrático, pero los anarquistas difieren de ellas porque también se oponen al gobierno democrático. Algunas personas se oponen también al gobierno democrático, pero los anarquistas difieren de ellas no porque teman u odien el dominio del pueblo, sino porque creen que la democracia no es el dominio del pueblo –que la democracia es, de hecho, una contradicción lógica, una imposibilidad física–. La auténtica democracia sólo es posible en una pequeña comunidad donde cada uno pueda participar en cada decisión; y entonces no es necesaria. Lo que se llama democracia y se supone que es el gobierno del pueblo por sí mismo es, de hecho, el gobierno del pueblo por gobernantes elegidos, y será mejor llamarla “oligarquía consensual”.
El gobierno en manos de personas a las que hemos elegido difiere del que ejercen quienes se eligieron a sí mismos, y en general mejor que este último, pero es, con todo, un gobierno que algunas personas ejercen sobre otras. Aun el gobierno más democrático depende, no obstante, de que alguien haga hacer a otros determinadas cosas o les impida hacerlas. Aunque nos gobiernen nuestros representantes somos aún gobernados, y tan pronto comienzan a gobernarnos contra nuestra voluntad cesan de ser nuestros representantes. La mayoría de las personas están actualmente de acuerdo en que no tenemos ninguna obligación ante un gobierno en el cual no se nos conceda ninguna voz; los anarquistas van más lejos e insisten en que no tenemos ninguna obligación ante un gobierno que hayamos elegido. Podemos obedecerlo porque estamos de acuerdo con él o porque somos demasiados débiles para desobedecerlo, pero no tenemos ninguna obligación de obediencia cuando disentimos de él y somos bastante fuertes como para no obedecer. La mayoría de las personas coinciden actualmente en que quienes están implicados en cualquier cambio deberían ser consultados acerca de él antes de que se tomen decisiones; los anarquistas van más lejos e insisten en que esas personas mismas deberían tomar la decisión y proceder a llevarla a cabo.

Así, los anarquistas rechazan la idea de un contrato social y la idea de representación. En la práctica, sin duda, la mayoría de las cosas las harán siempre unas pocas personas –aquellas que estén interesadas en un problema y sean capaces de resolverlo–, pero no hay ninguna necesidad de que se las seleccione o elija. Surgirán siempre de cualquier manera, y es mejor para ellas que esto ocurra en forma natural. La cuestión reside en que los líderes y los expertos no tienen que ser gobernantes, en que el liderazgo y la pericia no se vinculen necesariamente con la autoridad. Y cuando es con-veniente la representación, no debe ser sino eso; el único representante verdadero es el delegado o diputado que tiene mandato de quienes se lo confieren y está sujeto a revocación inmediata de su designación por parte de éstos. En ciertos aspectos, el gobernante que pretende ser un representante es peor que aquel que es obviamente un usurpador, porque resulta más difícil luchar contra la autoridad cuando esta está revestida por finas palabras y argumentos abstractos. El hecho de que seamos capaces de votar por nuestros gobernantes una vez cada varios años no significa que tengamos que obedecerlos por el resto del tiempo. Si lo hacemos será por razones prácticas, no sobre fundamentos morales. Los anarquistas están contra el gobierno, como quiera que se le constituya.
__________________________________________

Descarga el libro haciendo click en la imagen

El siguiente texto es un extracto del libro «Sobre el anarquismo, ¿Qué creen las y los anarquistas? ¿En qué difieren? ¿Qué quieren? ¿Qué hacen?» de Nicolas Walter(1934-2000). El cual «se autodefinía periodista y conferencista, y se enorgullecía del hecho que la misma expresión describiese a sus dos abuelos: Karl Walter, que fue relator de la International Anarchist Congress, de 1907; y el propagandista radical S. K. Ratchife. Nicolas Walter estudió ruso en la República Federal de Alemania e historia en Oxford y, después de un período como profesor, trabajó en edición y periodismo (incluyendo seis años como subeditor del Times Literary Supplement). Editó The New Humanist, y lo dirigió de 1975 a 1999, hasta que se jubiló. Fue articulador de grupos importantes como British Humanist Association, National Secular Society y South Place Ethical Society. Cuando tuvo la oportunidad de hablar en las radios, los domingos por la mañana, sus discursos humanistas fueron reconocidos por su cordialidad y sentido común» (Prologo de Colin Ward, marzo del 2000, en la Editorial Eleuterio)

Votar para que poco y nada cambie

Cita

 

La siguiente reflexión es una respuesta a una columna super emotiva, de Richard Sandoval que fue publicada en el Desconcierto llamada: «Si cada persona que lee esto convence a otro para que vaya a votar, todo puede cambiar«. Recomendamos leer la columna anterior para entender la visión del siguiente texto.

Urna

El sistema representativo, lejos de ser una garantía para el pueblo, propicia y garantiza, por el contrario, la existencia permanente de una aristocracia gubernamental que actúa contra el pueblo

Mijaíl Bakunin

«La democracia liberal acarrea, en suma, una agresión en toda regla contra todo tipo de organización alternativa, horizontal e igualitaria. De resultas, niega palmariamente la diversidad y procura cancelar por completo la posibilidad de buscar otros horizontes.»
Carlos Taibo, Repensar la anarquía

Que texto tan bien escrito y emocionante, aún así creo que que peca de ingenuidad. Además de tener poca visión historica. En resumen, una columna tipica de Sandoval, bien escrita, emocionante, pero que sus argumentos son eso, emoción.

En él se propone que los cambios se hacen votando, cuando nosotros no hacemos más allá que eso, votar por un representante. Ahora ¿que pasa si aquel representante cambia de postura? ¿Que pasa si miente? ¿Que pasa si ese candidato es cooptado por el poder económico lentamente y no nos damos cuenta? ¿Que pasa si ese «representante» no cumple todo lo que promete por que tiene que negociar con otros? En ese sentido los cambios son extremadamente lentos por un asunto sustancia, se apela al Estado que este haga los cambios y no los involucrados de los problemas. Se da el cargo a que «representantes», el Estado u otros hagan el trabajo que nosotros tenemos que hacer.

Si bien, un candidato social-democrata, es mejor que alguien de derecha, se sigue delegando una y otra vez la voluntad individual y colectiva de las personas a un agente externo de nosotrxs haga lo que nosotrxs tenemos que hacer. Por ejemplo: Si queremos leer un libro y es muy caro, es preferible robarlo o piratearlo antes que esperar que un burócrata regule el precio de los libros. Si queremos educación es preferible que nos eduquemos nosotrs mismos, con nuestrxs medios. Como lo hacían los obreros a comienzos del Siglo pasado, haciendo escuelas nocturnas, creaban grupos de estudios, hacían discusiones (otra cosa es querer tener título universitario, que ahí la gratuidad pasa por un cambio institucional).
Sigue leyendo

«Abstencionismo y anarquismo»; Camillo Berneri

Cita

Camilo Bernerin

Camilo Berneri

EN UNA CARTA a Gambuzzi (Locarno, 6 de noviembre de 1870), Bakunin escribía que estaba contento de que él hubiera vuelto a Nápoles para intentar ser elegido diputado, y añadía:

«Tal vez te maravilles viendo que yo, abstencionista decidido y apasionado, empuje ahora a mis amigos a ser elegidos diputados. El caso es que las circunstancias y las cosas han cambiado. Antes de nada, mis amigos, empezando por ti, se han empecinado de tal manera en nuestras ideas, en nuestros principios, que no hay ningún peligro de que puedan olvidarlos, deshonrarlos, sacrificarlos, y volver a caer en sus antiguas costumbres políticas.
Y además, los tiempos se han vuelto tan serios, el peligro que amenaza a la libertad de todos los países es tan formidable, que es preciso que en todas partes los hombres de buena voluntad estén en el candelero, y que sobre todo nuestros amigos estén en una posición tal que su influencia sea lo más eficaz posible. Cristoforo (Fanelli) me ha prometido escribirme y tenerme al corriente de vuestras luchas electorales, que me interesan enormemente».

Fanelli fue elegido diputado de Torchiara en diciembre de 1870, y Friscia fue reelegido en Sicilia.

Bakunin veía en la elección a diputados de los organizadores más activos de la Primera Internacional una potenciación de ésta, por las facilidades materiales (viajes gratuitos), por la posibilidad de relaciones más amplias, por una mayor influencia en las masas y por una mayor libertad de propaganda. Frente a la institución parlamentaria, era antiparlamentarista y abstencionista, y su actitud de 1870 no puede acercarse a la de Andrea Costa ni a la de F. S. Merlino. Sigue leyendo

¡El criminal es el elector! [o el votante]

Cita

Extraído del Periódico El Surco N° 29, Octubre 2012
Albert Libertad [1906]

EL CRIMINAL, es el elector.
el criminalllllll es el electorbre

El criminal eres tú, Oh Pueblo puesto que eres tú el Soberano. Eres, es cierto, el criminal inconsciente e ingenuo. Votas y no ves que eres tu propia víctima.

albert libertad

Albert Libertad (1875-1908)

Sin embargo, todavía no has experimentado suficientemente que los diputados, que prometen defenderte, como todos los gobiernos del mundo presentes y pasados, son mentirosos e impotentes? Lo sabes y de eso te quejas! Lo sabes y los eliges! Los gobernantes, sean quienes sean, trabajaron, trabajan y trabajarán para sus intereses, para los de su casta y para los de sus camarillas. Dónde y cómo podría ser de otro modo? Los gobernados son subalternos y explotados; conoces alguno que no lo sea?

Mientras no comprendas que sólo de ti depende producir y vivir a tu antojo, mientras soportes – por temor – y tú mismo fabriques – por creer en la autoridad necesaria – a jefes y directores, que lo sepas, también tus delegados y amos vivirán de tu trabajo y tu necedad. Te quejas de todo! Pero no eres tú el causante de las mil plagas que te devoran.

Te quejas de la policía, del ejército, de la justicia, de los cuarteles, de las prisiones, de las administraciones, de las leyes, de los ministros, del gobierno, de los financieros, de los especuladores, de los funcionarios, de los patrones, de los sacerdotes, de los propietarios, de los salarios, del paro, del parlamento, de los impuestos, de los aduaneros, de los rentistas, del precio de los víveres, de los arriendos y los alquileres, de las largas jornadas en el taller y en la fábrica, de la magra pitanza, de las privaciones sin número y de la masa infinita de iniquidades sociales.

Te quejas; pero quieres que se mantenga el sistema en el que vegetas. A veces te rebelas, pero siempre para volver a empezar. Eres tú quien lo produce todo, quien labora y siembra, quien forja y teje, quien amasa y transforma, quien construye y fabrica, quien alimenta y fecunda!

Por qué no sacias entonces tu hambre? Por qué eres tú el mal vestido, el mal nutrido, el mal alojado? Sí, por qué el sin pan, el sin zapatos, el sin hogar? Por qué no eres tú tu señor? Por qué te inclinas, obedeces, sirves? Por qué eres tú el inferior, el humillado, el ofendido, el servidor, el esclavo? Tú elaboras todo y no posees nada? Todo es gracias a ti y tú no eres nada.

Me equivoco. Eres el elector, el votante, el que acepta lo que hay; ese que, mediante la papeleta de voto, sanciona todas sus miserias; aquel que al votar, consagra todas sus servidumbres.

Eres el sirviente voluntario, el doméstico amable, el lacayo, el perro que lame el látigo, arrastrándote bajo el puño del amo. Eres el sargento mayor, el carcelero y el soplón. Eres el buen soldado, el portero modelo, el inquilino benévolo. Eres el empleado fiel, el devoto servidor, el campesino sobrio, el obrero resignado a su propia esclavitud. Eres tu propio verdugo. De qué te quejas?

Eres un peligro para todos nosotros, hombres libres, anarquistas. Eres un peligro al igual que los tiranos, que los amos a los que te entregas, que eliges, a los que apoyas, a los que alimentas, que proteges con tus bayonetas, que defiendes con la fuerza bruta, que exaltas con tu ignorancia, que legalizas con tus papeletas de voto y que nos impones por tu imbecilidad.
Sí eres tú el Soberano, al que se adula y engaña. Los discursos te inciensan. Los carteles te atrapan; te encantan las bobadas y las fruslerías: que sigas satisfecho mientras esperas que te fusilen en las colonias y que te masacren en las fronteras a la sombra de tu bandera.
Si lenguas interesadas se relamen tu real excremento, Oh Soberano!; si candidatos hambrientos de mandatos y llenos de banalidades, te acarician el espinazo y la grupa de tu autocracia de papel; si te satisfaces con el incienso y las promesas que vierten sobre ti los que siempre te han traicionado, te engañan y te venderán mañana: es que tú mismo te pareces a ellos. Es que no vales más que la horda de tus famélicos aduladores. Es que, no habiendo podido elevarte a la consciencia de tu individualidad y de tu independencia, eres incapaz de liberarte por ti mismo. No quieres, y por lo tanto no puedes ser libre.

Vamos! Vota bien! Ten confianza en tus mandatarios, cree en tus elegidos!

Pero deja de quejarte. Los yugos que soportas, eres tú quien te los impones. Los crímenes por los que sufres, eres tú quien los cometes. Tú eres el amo, tú eres el criminal y, que ironía, también eres tú el esclavo y la víctima.

Nosotros, cansados de la opresión de los amos que tú nos das, cansados de aguantar su arrogancia, cansados de aguantar tu pasividad, venimos a llamarte a la reflexión, a la acción. Venga, un buen movimiento: quítate el estrecho traje de la legislación, lava rudamente tu cuerpo para que mueran los parásitos y la miseria que te devoran. Sólo entonces podrás vivir plenamente.

Por qué los anarquistas no votan, Élisée Reclus

Cita

Extraído de The Anarchist Library

ReclusPortadaTodo lo que puede ser dicho acerca del sufragio puede ser resumido en una frase: Votar significa entregar tu propio poder.

Elegir un señor, o muchos señores, sea por largo o corto plazo, significa entregar a otra persona la propia libertad.

Llamado monarca absoluto, rey constitucional o simplemente presidente, el candidato que llevamos al trono, al gobierno o al parlamento siempre será nuestro señor. Son personas que colocamos «arriba» de todas las leyes, ya que son ellas que las hacen, cabiéndoles, además, a ellos mismos la tarea de verificar si están siendo obedecidas.

Votar es una idiotez. Sigue leyendo

«Vota, sí, vota; pero escucha», por Ricardo Mella

Cita

Extraído de The Anarchist Library / Biblioteca Anarquista
Escrito por Ricardo Mella
Publicado originalmente en Solidaridad Obrera, núm. 4. Gijón, 25 de diciembre de 1909.
Ver mas en https://ricardomella.org/

Biografía:

«Ricardo Mella nace el 23 de noviembre de 1864 en Vigo, España. Se presenta en 1882 al Congreso de la Federación Regional Española como anarquista, influido por las ideas de P. J. Proudhon, Herbert Spencer y Francisco Pi y Margall. Desde entonces, comienza una activa vida de producción intelectual cuya primera expresión dos trabajos al Certamen Socialista. Cuatro años más tarde, en 1889, Mella participa del Segundo Certamen Socialista («la fiesta mayor de la anarquía») presentando diversos trabajo que le permitieron «brillar en el campo social como figura de primera magnitud». según señala Pedro Sierra, quien documentó su vida y obra. A partir de ese año, la colaboración de Mella comienza a ser solicitadísima en publicaciones de España y el extranjero. Cabe destacar que Ricardo Mella no vivía de su pluma. Su profesión era la de topógrafo. Fallece en 1925.»

 

La breve biografía anterior es extraída del libro «Por la anarquía» de Ricardo Mella editado por Editorial Eleuterio el año 2016, disponible para su libre descarga AQUI

 

Ricardo-Mella-Anarquismo-Acracia

Tuve, en vísperas de las pasadas elecciones, la humorada de asomarme al paraíso de cierto teatro donde se celebraba un mitin electoral. Era para mí un espectáculo nuevo en el que tomaban parte antiguos amigos de amplias ideas con gentes nuevas de limitadísimas orientaciones. Salí de allí con la cabeza caliente y los pies fríos. Tuve que soportar una regular jaqueca de providencialismo político y, naturalmente, sufrí las consecuencias. Estoy maravillado. No pasan días por las gentes. No hay experiencia bastante fuerte para abrirles los ojos. No hay razón que los aparte de la rutina.

Como los creyentes que todo lo fían a la providencia, así los radicales, aunque se llamen socialistas, continúan ponien­do sus esperanzas en los concejales y diputados y ministros del respectivo partido. «Nuestros concejales harán esto y lo otro y lo de más allá». «Nuestros diputados conquistarán tanto y cuanto y tanto más.» «Nuestros ministros decretarán, crearán, transformarán cuanto haya que decretar, crear y transformar». Tal es la enseñanza de ayer, de hoy y de ma­ñana. Y así el pueblo, a quien se apela a toda hora, sigue aprendiendo que no tiene otra cosa que hacer sino votar y esperar pacientemente a que todo se le dé hecho. Y va y vota y espera.

Tentado estuve de pedir la palabra y arremeter de frente contra la falaz rutina que así adormece a las gentes. Tentado estuve de gritar al obrero allí presente y en gran mayoría:

«Vota, sí, vota; pero escucha. Tu primer deber es salir de aquí y seguidamente actuar por cuenta propia. Ve y en cada barrio abre una escuela laica, funda un periódico, una biblioteca; organiza un centro de cultura, un sindicato, un círculo obrero, una cooperación, algo de lo mucho que te queda por hacer. Y verás, cuando esto hayas hecho, como los concejales, los diputados y los ministros, aunque no sean tus representantes, los representantes de tus ideas, siguen esta corriente de acción y, por seguirla, promulgan leyes que ni les pides ni necesitas; administran conforme a estas ten­dencias, aunque tu nada les exijas; gobiernan, en fin, según el ambiente por ti creado directamente, aunque a ti maldito lo que te importe de lo que ellos hagan. Mientras que ahora, como te cruzas de brazos y duermes sobre los laureles del voto-providencia, concejales, diputados y ministros, por muy radicales y socialistas que sean, continuarán la rutina de los discursos vacíos, de las leyes necias y de la administración cominera. Y suspirarás por la instrucción popular, y conti­nuarás tan burro como antes, clamarás por la libertad y tan amarrado como antes a la argolla del salario seguirás, de­mandarás equidad, justicia, solidaridad, y te darán fárragos y más fárragos de decretos, de leyes, reglamentos, pero ni una pizca de aquello a que tienes derecho y no gozas porque ni sabes ni quieres tomártelo por tu mano».

«¿Quieres cultura, libertad, igualdad, justicia? Pues ve y conquístalas, no quieras que otros vengan a dártelas. La fuerza que tú no tengas, siéndolo todo, no la tendrán unos cuantos, pequeña parte de ti mismo. Ese milagro de la polí­tica no se ha realizado nunca, no se realizará jamás. Tu emancipación será tu obra misma, o no te emanciparás en todos los siglos de los siglos».

«Y ahora ve y vota y remacha tu cadena».

Crítica a la democracia y las Elecciones por Carlos Taibo

Cita

 Nota de La Boina: «Crítica a la democracia» y «Las elecciones» es una parte del Capitulo 2 del libro «Repensar la Anarquía» [Descargar Aquí] del profesor Carlos Taibo, «Democracia delegativa, democracia directa«.

campaña piñerra

  

  «Carlos Taibo Arias (Madrid, 12 de mayo de 1956) es un escritor, editor y profesor titular de Ciencia Política y de la Administración en la Universidad Autónoma de Madrid.
Taibo es firme partidario del movimiento antiglobalización, del decrecimiento,1 de la democracia directa y del anarquismo. Suya es la frase «La globalización avanza hacia un caos que escapa a todo control». Ha criticado duramente la lógica del crecimiento económico, desligándolo del progreso y bienestar, debido a que el crecimiento económico afecta a todas las esferas: social, económica, política.»

Es autor de los libros:

  • Movimientos antiglobalización. ¿Qué son? ¿Qué quieren? ¿Qué hacen? Los Libros de la Catarata, Madrid, 2007.
  • En defensa del decrecimiento. Los Libros de la Catarata, Madrid, 2009.
  • Rusia en la era de Putin. Los Libros de la Catarata, Madrid, 2006.
  • Movimientos de resistencia frente a la globalización capitalista. Ediciones B, Barcelona, 2005.
  • El Colapso. Capitalismo terminal, transición ecosocial, ecofascismo. Los Libros de la catarata, Madris, 2016
  • ¿Tomar el poder o construir la sociedad desde abajo?
  • Entre muchos otros.

  Cabe destacar que Carlos Taibo estuvo con nosotro/as en la región chilena el año pasado quien tuvo la amabilidad de exponer en Casa Volnitza (2006-2016). El audio fue compartido por lo-as compañera-os de Noticias&Anarquía [Escuchar charla aquí]

  Al final del texto compartiremos algunas charlas de Carlos Taibo, para quienes les interese puedan profundizar sus ideas. Específicamente compartimos las charlas de Repensar la Anarquía y el Colapso, ya que son los mas novedosos. El primero un libro lanzado en el 2013, y el segundo en el 2016. Debates que debemos profundizar.

Crítica de la democracia

«El sistema representativo, lejos de ser una garantía para el pueblo, propicia y garantiza, por el contrario, la existencia permanente de una aristocracia gubernamental que actúa contra el pueblo» Bakunin

carlos taibo

Carlos Taibo, profesor de Ciencia Política de la Universidad Autónoma de Madrid y pensador libertario

Pese a que lo común en el pensamiento libertario es que se reivindique la democracia directa, lo cierto es que cada vez hay más personas que parecen concluir que, habida cuenta de la degradación experimentada por la propia palabra democracia, igual ha llegado el momento de buscar términos menos gastados. Esto aparte, aunque muchos pensadores libertarios distinguen, en cuanto a grado de perversión, unas u otras formas de poder político, procuran no engañarse sobre el sentido de fondo de la democracia liberal. Con respecto a ésta se habla a menudo de farsa y de explotación, de desigualdad y de injusticia, de ilusión de la representación y de manipulación desde los medios al servicio del poder. Sigue leyendo