“No se ha sentido bastante en política hasta que punto cierta igualdad es enemiga de la libertad. En Grecia había hombres libre porque había esclavos”
Albert Camus, Carnet 1939-1942

Albert Camus dictando un discurso en el mitin contra la condena a muerte de 11 militantes de la CNT. Año 1953
Albert Camus y la contradicción del pensamiento Rebelde
Por Ulises Verbenas
Publicado en Revista de Pensamiento Anarquista Erosión N°5
Primavera 2015
Albert Camus señala en una entrevista realizada por su amigo Jean Bloch-Michel que la decisión de escribir El Hombre Rebelde fue difícil y solitaria (1). En cierta forma, Camus sabía su discusión con Jean-Paul Sartre y Francis Jeanson la más conocida. En esta polémica se revela un factor común entre las diversas reacciones que provocó este título, a saber, lecturas parciales y erradas que estaban distantes de lo que el autor quiso decir, como por ejemplo reprochar la acogida que tuvo el libro en la prensa de derecha a propósito de su crítica a los regímenes comunistas, como interpela Francis Jeanson, o el comentario que André Breton escribe sobre el apartado de Lautréamont, donde acusa el “conformismo” en el análisis camusiano.
Ciertamente, la inquietud de Albert Camus estaba distante de los principios que movilizaban a la gran parte de sus coetáneos: su estudio se impulsaba en la necesaria crítica a la historia como absoluto, enfocado su análisis en el aspecto ideológico de las revoluciones(2). La nomenclatura que veía en estos dos aspectos consistía en que, para Camus, las ideologías imperantes habían nacido en la época de las “Magnitudes científicas absolutas”, lo que se traducía en una casi inevitable divinización del hombre. La Historia puede ocupar el lugar de Dios.
Es por esta razón que su estudio no se centra en los factores económicos e históricos, sino en la contradicción en que se ha debatido el pensamiento rebelde, a saber, el nihilismo y la aspiración a un orden vivo. Contradicción que se debate en las regiones de lo humano y lo divino, de la única criatura que se niega a ser lo que es: el hombre (3). En otras palabras, se trataría de un estudio que indaga aquel “nihilismo que, en el seno de la revolución sumerge a la fuerza creadora”(4). Su obra teatral Los Justos, que forma parte de esta tríada sobre la rebeldía que se complementa con La Peste, es la ejemplificación más clara de este principio de contradicción.

Lo interesante, no obstante, es que las menciones acerca de este tópico no se encuentran en las polémicas sostenidas con marxistas, surrealistas o filósofos, sino con un personaje en particular: Gastón Leval, historiador y anarcosindicalista francés que fue el autor de diversos artículos sobre El Hombre Rebelde en el periódico anarquista Le Libertaire. Albert Camus responde a esta serie de artículos en una carta publicada en mayo de 1951, donde señala en el primer párrafo, que se le da la razón a Leval en varios puntos y que , incluso, está de acuerdo en el fondo de sus artículos, puesto que “más que contradecirme, me ha instruido”(5). Sigue leyendo →