El siguiente texto esta extraído del libro «Anarquismos confluencia. Chile y Bolivia durante la primera mitad del siglo XX» de Ivanna Margarucci y Eduardo Godoy (Eleuterio, 2018). El texto corresponde a un documento del periódico La Protesta de Argentina, N°7928, fechado para agosto de 1943.
«Malatesta ha estado en Chile»
Un episodio desconocido en las biografías, del propagandista mas sobrio y perseverante del anarquismo, es éste, que me contó un veterano italiano: Doménico Fanelli.
En los meses de febrero y marzo de 1932, encontrábame trabajando de pintor de edificios, en el camino a Apoquindo, conversando con Fanelli, cuidador de las construcciones de los chalets del italiano Doménico Fanelli.
Gustábale siempre al veterano Doménico, buscarme para entablar charlas sobre Italia, ya que de mi parte encontraba siempre un obrero que le hablaba con más conocimiento de los asuntos políticos y sociales de la Península Itálica, de donde él había salido ya cerca, o más de medio siglo.
En Chile, en 1932, repercutía con toda su intensidad aún, la crisis que desde 1929, azotaba al mundo entero, motivada como es sabido por los efectos del Tratado de Versalles que, ni con la enmienda Platt ni el plan Dawe, habían podido conjurar el desequilibrio económico, la descomposición pública, los golpes militares, que subían y caían del poder, tanto en el nuevo como en el viejo mundo.
Aquí en Chile, la dictadura de Ibáñez, cayó en julio de 1931; pero sus efectos se sentían aún en 1932, dado a que empezaban a sufrir los colapsos del desastre dejando por los que con él habían endeudado al país, en cerca de 5.000.000 de pesos.
Por haber leído un libro «Odio, Vida y Amor» de Pedro Gori, sabía que el ilustre jurista y a la vez profundo filósofo anarquista, había dado conferencias en italiano; que habían sido auspiciadas por el rector en esa época, don Valentín Letelier, en la Universidad de Chile; pues Gori, se queja en el mencionado libro, de que los patriotas chilenos, le interrumpían, cuando sus pasajes eran traducidos por el intérprete al castellano.

Malatesta en las puertas de una comisaria en Londres
Pero, el episodio de Malatesta, que me hizo conocer Fanelli, ocurrió parece, en uno de los viajes que Malatesta hizo en las postrimerías del siglo pasado (tal vez en 1887), pues que en esos años aparecen en los periódicos de EE.UU., artículos de Malatesta.
También como Gori, dio una conferencia en italiano. Veamos cómo se expresa de él, Doménico Fanelli: «Habló ‘El Centro Democrático Italiano’, la conferencia fue sólo para los italianos residentes en esa época en Santiago; pero, no obstante esto, los compatriotas reaccionarios de Malatesta, informaron al Intendente de Santiago, que un anarquista había hablado en contra de la Monarquía italiana, dejando en el ánimo de los oyentes un sabor completamente acre en contra de su realeza».
«Malatesta tuvo que ir a Valparaíso y embarcarse para San Francisco de California, EE.UU».
«De la Argentina había atravesado a pie por la cordillera de los Andes. En aquellos años no había ni la intención de construir el ferrocarril Trasandino».
El veterano Doménico Fanelli, me narró este pasaje de la vida de Malatesta, decía con onda satisfacción y emocionado:
– «¡Que hombre es ese Malatesta!»
«Cuando estaba hablándonos ninguno movíamos ni los labios y parece que todos aceptábamos las críticas al régimen monárquico italiano, nos mantuvo por más de dos horas oyéndole con chistar; pero, después que terminó los monarquistas y reaccionarios reflexionaron y ocurrió lo que te digo, lo delataron al intendente y tuvo que irse a Estados Unidos».
«Porque yo lo conocí, es que creo que Mussolini no lo deja en paz y lo mantiene con ‘domicilio coatto’, porque teme fuera de Italia le socabe (sic) su facchio».
Fanelli me decía: «¿Sabes tú que es lo que se llama facchio en Italia?»
«Es como cuando aquí en Chile se junta un atado de p(ilegible), alfalfa, trébol, chépica, etc., etc.»
«Así el renegado Mussolini tomó un poquitito de aquí, un poquitito de allá y formó un fascismo con renegados de todos los partidos. Por eso todos le obedecen y lo soportan como su amo o como su Dios.»
El Centro Democrático Italiano aún existe en Santiago; Domingo Faneli, murió hace ya varios años.
J. F. Cortés, Santiago, junio 22 de 1943.