
Camilo Berneri
EN UNA CARTA a Gambuzzi (Locarno, 6 de noviembre de 1870), Bakunin escribía que estaba contento de que él hubiera vuelto a Nápoles para intentar ser elegido diputado, y añadía:
«Tal vez te maravilles viendo que yo, abstencionista decidido y apasionado, empuje ahora a mis amigos a ser elegidos diputados. El caso es que las circunstancias y las cosas han cambiado. Antes de nada, mis amigos, empezando por ti, se han empecinado de tal manera en nuestras ideas, en nuestros principios, que no hay ningún peligro de que puedan olvidarlos, deshonrarlos, sacrificarlos, y volver a caer en sus antiguas costumbres políticas.
Y además, los tiempos se han vuelto tan serios, el peligro que amenaza a la libertad de todos los países es tan formidable, que es preciso que en todas partes los hombres de buena voluntad estén en el candelero, y que sobre todo nuestros amigos estén en una posición tal que su influencia sea lo más eficaz posible. Cristoforo (Fanelli) me ha prometido escribirme y tenerme al corriente de vuestras luchas electorales, que me interesan enormemente».
Fanelli fue elegido diputado de Torchiara en diciembre de 1870, y Friscia fue reelegido en Sicilia.
Bakunin veía en la elección a diputados de los organizadores más activos de la Primera Internacional una potenciación de ésta, por las facilidades materiales (viajes gratuitos), por la posibilidad de relaciones más amplias, por una mayor influencia en las masas y por una mayor libertad de propaganda. Frente a la institución parlamentaria, era antiparlamentarista y abstencionista, y su actitud de 1870 no puede acercarse a la de Andrea Costa ni a la de F. S. Merlino. Sigue leyendo