Detención y prisión de Gómez Rojas

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En conmemoración al Asalto de la FECh y el montaje conocido como El Proceso de los Subversivos en 1920. Queremos recordar esta fecha, transcribir si un texto narrando la detención del poeta anarquista José Domingo Gómez Rojas de 24 años, el 25 de julio de un lejano 1920.

No podemos dejar de mencionar que hoy como ayer los agentes estatales y las clases dominantes buscan nuevas presas para justificar la reestructuración de la dominación Estatal/capitalista. Ayer fue cuando la policía ponía bombas en las oficinas de los trabajadores de la IWW para culparlos de supuestos terroristas, y de ser financiado con el oro peruano por ende serían «traidores a la patria». Hecho que termina con la muerte del joven poeta, que mencionamos con anterioridad. Hoy, los mismos que ayer, buscan nuevos culpables de los paquetes que recibieron un ex Ministro del Interior, una comisaría y una Inmobiliaria Transoceánica de la «familia Schiess Schmitz, es uno de los grupos económicos más importantes y influyentes de este país». Así caen los compañeros Francisco y Mónica.

A quienes dedicamos con mucho amor está transcripción del libro de Raymond Crab titulado «Santiago Subversivo 1920. Anarquistas, universitarios y la muerte de José Domingo Gómez Rojas» (LOM, 2018). El texto transcrito es desde la página 203 hasta la 205.

 

Prisiones

El 25 de julio de 1920, tres agentes de la Sección de Seguridad detuvieron a Gómez Rojas en su hogar. La causa era la sospecha de su afiliación a los IWW. El fundamento para la acusación surgió de un documento que identificaba a Gómez Rojas como uno de los secretarios de los IWW. Mucho de ha debatido sobre cuán serio era su compromiso con los IWW. Lo cierto es que su participación no era un invento de la policía, ya que el propio boletín de los IWW. En vez de buscar excusas para Gómez Rojas o intentar de suavizar su militancia y su política, lo que importa aquí es reconocer que, de hecho, los IWW no era una organización proscrita al momento en que él se afilió y que no atraía únicamente a obreros de ciertas industrias sino que suscitaba un interés bastante amplio. Sin embargo, una vez identificado como miembro y representante, se halló bajo la mirada del fiscal Aztorquiza. Fue arrestado junto con una cantidad de destacados wooblies y anarquistas, y llevados a la sección de detención y cárcel de Santiago. «Qué delito lo llevo a la cárcel?«, preguntaba retóricamente su amigo González Vera. «Ninguno. Pero era anarquista«

Nota: Wooblies: es un nombre que de les daba a militantes de la IWW

220px-Domingo_Gomez_Rojas_-_Revista_JuventudA la llegada a la cárcel después del arresto, el ánimo de Gómez Rojas permanecía elevado. El alcaide le asignó la celda 462, la misma dónde Julio Valiente había pasado un tiempo. Gómez Rojas admiraba al veterano radical y experimento un profundo sentimiento de orgullo al ocupar la misma celda en la que había estado Valiente. Leyó la inscripción que Valiente había dejado en uno de los muros de la celda «Estar preso por la libertad de un pueblo no es delito: es una satisfacción«. Gómez Rojas abrió su cuaderno y agregó su propio aforismo: «Aquí muere la libertad de los hombres, pero nace la libertad del pueblo». Le faltaba una semana para cumplir veinticuatro anos.

La estadía de Gómez Rojas en la cárcel fue breve. La cantidad de arrestados en combinación con la disposición de Astorquiza a retener a dichos individuos por períodos extendidos, mientras los agentes de la Sección de Seguridad buscaban evidencia de afiliación con los IWW o de subversión, habían tenido como resultado una situación de hacinamiento en la cárcel. El problema de agudiza con el hecho de que la definición de qué constituía de asociación ilícita era demasiado amplia, ya que desde tener copias de la revista Numen hasta que vecinos afirmasen que un sospechoso «se reunía continuamente en su pieza con varias personas que parecían ser propagandistas» eran vistos como pruebas de subversión, aunque testigos y vecinos a menudo hayan entregado testimonios contradictorios o declaraciones de las que se retractan. Mientras tanto Astorquiza expandía el ámbito de su investigación, instruyendo a los agentes a averiguar si alguno de los arrestados había estado involucrado en las recientes huelgas en Santiago. Para lidiar con las exigencias del proceso y el hacinamiento en la cárcel las autoridades emitieron un decreto que permitía que los arrestados fuesen transferidos a la penitenciaria, ubicada en el extremo sur de Santiago, a pocas cuadras del hogar de Gómez Rojas y las fábricas e industrias cuyos trabajadores se habían ido a huelga en los meses recientes.

Así, a mediados de agosto de 1920, mientras Astorquiza defendía sus arrestos en masa y e Intendente de Santiago renunciaba después del escándalo provocado por el arresto y detención sin causa de Grecco y otros, Gómez Rojas era transferido a la penitenciaria de Santiago. Allí habría de reunirse con un número de amigos y camaradas que podían disfrutar más tiempo en el patio, caminando y conversando, recibir visitas con mayor frecuencia, y escribir, leer y discutir. En algún momento a mediados de agosto, doce apóstoles subversivos posaron Paraná fotografía: Gómez Rojas con los brazos cruzados, Pedro Gandulfo inmediatamente a su izquierda y Julio Valiente a su derecha.

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Fotografías de la ceremonia fúnebre de Gómez Rojas, septiembre 1920 e imagenes tumba del compañero en el Cementerio General de Santiago, extraídas del Facebook del Grupo de Estudios José Domingo Gómez Rojas:

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Liberan libro de la agitadora Carmen Serrano

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Nota: Por motivos de cuarentena y divulgación de luchas proletarias pasadas, el compañero Ignotus nos compartió su último trabajo. Esta vez sobre la agitadora Carmen Serrano. Esperamos que les gusten de la lectura

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«Siempre se ha hablado de «Los Subversivos» y pocas, o nunca, de «Las Subversivas». Carmen Serrano fue una de ellas. Durante las grandes Huelgas en la Zona del Carbón, donde los niveles de conflictividad social llegaban a expresarse en choques violentos entre los obreros y los sicarios pagados por la compañía carbonífera, esta mujer se internaba en las minas, disfrazada de hombre, llevando los mensajes de las organizaciones obreras, la solidaridad de clase. Destacaba como oradora y comprometida trabajadora social y cultural. Su forma de vida incluso le llevo a asumir una manera libre de vivir el amor, cuestión que para algunos obreros de entonces se tradujo en una ofensa, motivo por el cual fue alejada del reciente Partido Comunista»

Descarga en PDF AQUÍ

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Entrevista a Osvaldo Bayer, «TENEMOS QUE RESCATAR EL ESPÍRITU DE SOLIDARIDAD QUE HUBO ANTE TODO»

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Nota: Hace una semana falleció el compañero Osvaldo Bayer, historiador y escritor trasandino. Ante ello reproducimos una entrevista realizada por Gabriel Vega del Grupo de Estudios José Domingo Goméz Rojas, publicada en la Revista de Pensamiento Anarquista Erosión Nº6, primavera-verano 2016.

Entrevista a Osvaldo Bayer, historiador trasandino:

«TENEMOS QUE RESCATAR EL ESPÍRITU DE SOLIDARIDAD QUE HUBO ANTE TODO»

Gabriel Vega
Grupo Gómez Rojas

osvaldo bayer

Hace un par de meses, Gabriel Vega, miembro del Grupo de Estudios José Domingo Gómez Rojas, se encontró con Osvaldo Bayer (nacido un 18 de febrero de 1927), reconocido historiador anarquista y del anarquismo en Argentina, con trabajos en torno al sindicalismo patagónico, los derechos humanos y de política contemporánea, para charlar acerca de diversos temas que nos convocan hoy como libertarios y libertarias: las posibilidades del anarquismo y la cultura libertaria en la región del Plata, el lugar de las luchas feministas, la situación de los grupos indígenas, y tantos otros que nos mueven.

Entre los libros más destacados del Osvaldo Bayer podemos encontrar: Severino Di Giovanni, el idealista de la violencia, 1970; La Patagonia rebelde (tomos I y II), 1972; La Patagonia rebelde (tomo III), 1974; Los anarquistas expropiadores y otros ensayos, 1975; Patagonia rebelde (tomo IV), 1975; entre otros tantos.

Osvaldo Bayer, figura presente en los debates políticos y en las publicaciones que pudimos apreciar en Buenos Aires (“en cada librería se puede encontrar un libro de él”, según nos señaló un librero porteño), accedió a esta entrevista de manera amable. Esperamos que a las lectoras y lectores de Revista Erosión les sea de provecho para adentrarse, un poco más, en las reflexiones de este incansable intelectual libertario.

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La resistencia anarquista contra el fascismo en Italia [PDF]

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Andarull Ediciones
217 páginas
Barcelona, España

partisanos

AÑOS ROJOS – AÑOS NEGROS
La resistencia anarquista contra el fascismo en Italia

Resultado de imagen para años rojos años negros«El papel del anarquismo en la lucha anti-fascista en Italia ha sido históricamente menospreciado por los herederos de los vencedores de la II Guerra Mundial que escribieron la historia a su antojo. Sin embargo, los anarquistas italianos actuaron firmemente contra el fascismo desde su mismo nacimiento. Es desconocida y épica la historia de un movimiento que vivió unos momentos revolucionarios en 1930 y más tarde la más dura represión durante casi dos décadas, para finalizar con una victoria agridulce de la Resistencia que desgraciadamente no produjo los cambios sociales deseados en 1945.«

Descarga:

 AÑOS ROJOS – AÑOS NEGROS.
La Resistencia anarquista contra el fascismo en Italia

Presentación:

Hace tiempo cayó en nuestras manos un interesantísimo libelo escrito en los años 70 sobre el movimiento anarquista en Italia durante el periodo del fascismo. El documento, traducido del inglés, y a su vez del italiano, publicado por la Rivista Anarchica, ilustra perfectamente la verdadera magnitud de la lucha libertaria contra el ascenso del régimen fascista, lucha silenciada durante décadas por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial. El libelo titulado Años Rojos – Años Negros, se enfoca en la lucha libertaria contra el régimen fascista de Mussolini estudiada a un nivel esencialmente local. Desde los años 70, poco se ha avanzado en estas investigaciones sobre el caso italiano, que nos descubren una rica historia de luchas y resistencias. En espera de mejores, y más profundas, investigaciones decidimos seguir adelante con esta obra necesaria aún inédita en castellano.

Sin embargo, cuando lo estábamos traduciendo, nos vimos con la necesidad de ir ampliando la contextualización histórica. Se necesitaba tocar el tema de la revolución fallida en Italia y del ascenso del fascismo con otros textos como el de Italia 1920, de Tom Wetzel, también traducido por uno de nuestros componentes, aunque hace varios años ya. Además creíamos que la contextualización, aún así, se quedaría corta, por lo que añadimos nuevas explicaciones sobre el movimiento anarquista, sobre los Arditi del Popolo, sobre los comunistas, sobre el movimiento Giustizia e Libertà, y sobre los hechos de Fiume. Necesitábamos recordar la resistencia heroica antifascista de Parma, la Marcha de Roma, la naturaleza del estado fascista italiano, o hablar sobre la Segunda Guerra Mundial en Italia. Todos estos cortos textos contextuales los hemos realizado nosotros. Como hemos dicho, desde Aldarull hemos traducido los textos Italia 1920 y Años Rojos – Años Negros.

Se trata de quien lea este libro tenga todos los detalles precisos para comprender el libelo de la Rivista Anarchica que pone un colofón a esta obra y que pretende humildemente honrar la memoria de quienes lo dieron todo por sus ideas sin esperar reconocimientos futuros, ni recompensas políticas. Los eternos perdedores de quienes nos sentimos herederos.

Como reconoce el libelo del final, no estamos tratando de escribir una “historia definitiva” del anarquismo italiano. Esta historia aún está por escribirse. Lo que hemos intentado hacer es romper el muro de silencio que ha rodeado la parte anarquista en la lucha contra el fascismo, una lucha que los partidos parlamentarios italianos dicen hoy haber organizado y dirigido.

Aldarull, noviembre de 2010

«Sobre el Anarquismo y la Violencia» por A. Berkman

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Escrito por Alexander Berkman

Publicado en Revista Nervio N°46, Buenos Aires, Julio de 1936.

 

Bombacorpus

El lector ha de haber oído alguna vez que los anarquistas tiran bombas incendiarias y creen en la violencia, y, tal vez, que Anarquía significa desorden y caos.

No es extraño todo esto. La prensa, el púlpito y toda la clase de autoridad difunden con insistencia tenaz estas mentiras, aún a sabiendas. Algún motivo poderoso tendrán para mentir. Pero es el momento de hacer oír la verdad. Deseo hablar aquí con absoluta sinceridad y honestidad y espero que mis palabras pueden llegar a expresar acertadamente mis ideas y mis deseos, porque ocurre además que yo soy precisamente uno de los anarquistas acusados de violencia y espíritu destructor (Nota: Berkman en 1892 intento de asesinar al empresario, Henry Clay Frick, luego que este reprimiera una huelga de los trabajadores de su fabrica, del cual resultados 10 obreros muertos, y 60 heridos). Lo sé, y no tengo nada que ocultar. Pero deseo explicarme: todo eso que se dice y todo aquello de lo que se me acusa no significa reconocer que el anarquismo quiere decir violencia y desorden.

Todo lo contrario: El gobierno –cualquier forma de gobierno- y el capitalismo sí que son la violencia y el desorden en acción. El anarquismo, repito, es precisamente lo opuesto. Anarquismo es orden sin gobierno y paz sin violencia.

¿Es posible esto?, se dirá. A eso es lo que queríamos referirnos ahora. Pero antes de ir a eso, alguien querrá acaso saber si realmente alguna vez los anarquistas han arrojado bombas o han empleado la violencia. Sigue leyendo

Entrevista Emma Goldman sobre la Guerra Civil Española

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Entrevista realizada por Domenico Ludovic en Barcelona, el 6 de octubre de 1937.

Publicada por vez primera: Il Risveglio Anarchico, Ginebra, año XXXV, N° 984, 23-X-1937. Luego citada por Azaretto en “Las pendientes resbaladizas”, Montevideo, 1937, con un párrafo traducido e incorporado en cursiva.

Se extrajo de marxists.org

Emma Goldman Guerra Civil españa 1936

Es ya la segunda vez que Emma Goldman, la muy célebre propagandista anarquista, viene a España. Acudió enseguida el año pasado, después de las jornadas de julio, ofreciendo su solidaridad, inteligencia y experiencia, a favor de la causa por la que lucha desde hace cincuenta años con fe, pasión y sacrificios. Es pues la segunda vez que me encuentro con ella para intercambiar unas impresiones en una breve conversación. Y le hice esta pregunta:

Podría verte de nuevo, Emma, no para una larga entrevista, sino para precisar bien tu pensamiento para los lectores del Risveglio anarchico de Ginebra.

Sin vacilar un segundo me contestó:

Vale. Prepara tus preguntas, y nos podemos encontrar mañana.

De hecho, a la hora convenida, nos encontramos en un cuartito de la Regional que le sirve de despacho durante su estancia y allí empieza la conversación.

Ante todo dime ¿cómo encuentras a España, y en especial Cataluña, desde los meses en que no estuviste?

Evidentemente ¿quién no ve que todo ha cambiado? ¿quién no ve que los compañeros de la CNT-FAI, dominando ya de la situación y estando en los puestos de mayor responsabilidad, ahora lo han perdido todo, si bien tienen quizás más que antes la masa fiel a los dos organismos? ¿Quién no sabe y no ve que los comunistas, de momento en la dirección de la cosa pública, no tienen ningún éxito? El pueblo los detesta y terminado el chantaje debido a los suministros rusos de armas, bien pagadas además pero absolutamente necesarias, en tierra de España el estalinismo no arraigará nunca. Conviene por lo tanto aguardar y todo deja esperar que, liquidada la guerra, la vuelta a la acción directa nos llevará a las posiciones perdidas, siempre que no se repitan funestos errores. Sigue leyendo

Sobre la violencia: ¿Que piensan los/as anarquistas?

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El siguiente texto es un estrato del libro de Nicolas Walter, «Sobre el Anarquismo. ¿Qué creen las y los anarquistas? ¿En qué difieren? ¿Qué quieren? ¿Qué hacen?» (Editorial Eleuterio, 2016) disponible en PDF para su libre descarga. Específicamente en el capitulo «Guerra y Violencia» entre las páginas 36 y 39. Donde Walter puede aclarar el panorama a muchos curiosos de que piensan algunos anarquistas en torno a la Guerra y la Violencia, sin caer en la imprudencia de que todos los y las anarquistas piensan de igual manera, agregando y considerando que dentro del anarquismo hay discusión y tensión en el tema, puesto que no es un tema acabado, menos en una filosofía tan compleja como la anti-autoritaria.

Para esta y más dudas recomendamos descargar este y otros diez libros que recomendamos como elementos «introductorios» al ideal ácrata, que se puede tornar confuso ante la prensa del poder que difama el noble ideal.

[Once libros para entender el anarquismo]
Grupo Anarquista La Boina.

Lo que creen los y las anarquistas:
Guerra y Violencia

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Portada del libro «Sobre el Anarquismo» de Nicolas Walter               (Editorial Eleuterio, 2016)

 

Los anarquistas se han opuesto siempre a la guerra, pero no todos ellos se han opuesto a la violencia. Son antimilitaristas, pero no necesariamente pacifistas. Para los anarquistas, la guerra es el ejemplo supremo de autoridad fuera de una sociedad, y al mismo tiempo un poderoso reforzamiento de la autoridad dentro de ésta. La violencia organizada y la destrucción en la guerra constituyen una versión enormemente magnificada de la violencia organizada y de la destrucción que provoca el Estado. La guerra es la salud del Estado. El movimiento anarquista tiene una fuerte tradición de resistencia a la guerra y a los preparativos para ella. Unos pocos anarquistas han apoyado algunas guerras, pero siempre se les reconoció como renegados por parte de sus camaradas, y esta oposición total a las guerras nacionales es uno de los grandes factores unificadores que existen entre los anarquistas.

Pero los anarquistas han distinguido entre guerras nacionales que incluyen a Estados, y guerras civiles entre clases. El movimiento anarquista revolucionario desde fines del siglo XIX ha propiciado una insurrección violenta para destruir al Estado, y los anarquistas tomaron parte activa en muchos levantamientos armados y guerras civiles, especialmente en las de Rusia y España. Sin embargo, aunque se hayan visto envueltos en tales luchas, no se hicieron ninguna ilusión respecto de que éstas produjeran por sí mismas la revolución. La violencia podía ser necesaria para el trabajo de destruir al viejo sistema, pero era inútil, e incluso peligrosa, para la tarea de construir un sistema nuevo. Un ejército popular puede derrotar a una clase dirigente y destruir a un gobierno, pero no puede ayudar al pueblo a crear una sociedad libre. De nada vale ganar una guerra si no se puede ganar la paz.

  Muchos anarquistas han dudado, en verdad, respecto de si la violencia desempeña alguna función útil. Como en el caso del Estado, no es una fuerza neutral cuyos efectos dependan de quien la utilice, y no resultarán de ella cosas correctas por el solo hecho de que esté en buenas manos. Por supuesto, la violencia de los oprimidos no es lo mismo que la violencia de los opresores, pero aunque constituya la mejor salida de una situación intolerable, sólo lo será en segundo lugar. Es uno de los rasgos más desagradables de la actual sociedad, y sigue siéndolo por bueno que sea su fin; además, tiende a destruir su fin mismo, incluso en situaciones en que parece apropiada, tales como la revolución. La experiencia de la historia sugiere que las revoluciones no están garantizadas por la violencia; por el contrario, cuanto más violencia, menos revolución.

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Uno de los grupos más violentos en el anarquismo, fue la Banda de Bonnot. Quienes actuaron en Francia a finales del Siglo XIX. Muchos anarquistas de la época, como Malatesta criticaron su actuar.

Todo esto puede parecer absurdo a las personas que no son anarquistas. Uno de los más antiguos y persistentes prejuicios acerca del anarquismo es que los anarquistas superan a todos los demás hombres en violencia. El estereotipo del anarquista armado de una bomba que oculta bajo su capa tiene ya ochenta años, pero sigue fuertemente arraigado. Muchos anarquistas han favorecido en verdad la violencia, algunos propiciaron el asesinato de figuras públicas, y unos pocos apoyaron incluso el terrorismo entre la población, para ayudar a destruir el presente sistema. Hay un aspecto oscuro en el anarquismo, y de nada vale negarlo. Pero es un solo aspecto del anarquismo, y además pequeño. La mayoría de los anarquistas se han opuesto siempre a cualquier forma de violencia que no sea necesaria (la violencia ocurre inevitablemente cuanto la gente se desembaraza de sus gobernantes y explotadores).

Los principales perpetradores de la violencia han sido los que sostienen a la autoridad, no los que la atacan. Los grandes atentados con bombas no los cometieron individuos de destino trágico llevados a la desesperación en el Sur de Europa hace más de medio siglo, sino las máquinas militares de todos los Estados del mundo a lo largo de la historia. Ningún anarquista puede competir con la blitz y la bomba atómica, ningún Ravachol o Bonnot puede soportar la comparación con Hitler o Stalin. Podríamos alentar a los obreros a apoderarse de su fábrica o a los campesinos a adueñarse de su tierra, y podríamos romper ventanas o construir barricadas, pero no tenemos soldados, ni aviones, ni policía, ni prisiones, ni campos de concentración, ni pelotones de fusilamiento, ni cámaras de gas, ni verdugos. Para los anarquistas, la violencia es un ejemplo extremo del uso de poder de una persona contra otra, la culminación de todo aquello a lo que nos oponemos.

15 frases de Leon Tolstoi para reflexionar 9

Tolstoi es considerado uno de los principales anarquistas pacifistas

Algunos anarquistas han sido incluso pacifistas, aunque esto no sea habitual. Muchos pacifistas han sido (o llegado a ser) anarquistas, y los anarquistas han tendido a moverse hacia el pacifismo a medida que el mundo se movía hacia la destrucción. Algunos se han sentido especialmente atraídos por el tipo de pacifismo militante defendido por Tolstoi y Gandhi, y por el uso de la no violencia como técnica de acción directa, y muchos anarquistas han participado en movimientos antibélicos y ejercieron, en ocasiones, una significativa influencia sobre ellos. Pero la mayoría de los anarquistas –incluso quienes están muy dedicados al movimiento– consideran que el pacifismo se excede en su rechazo de toda violencia por cualquier persona en cualquier circunstancia, y se queda corto en su creencia de que la eliminación de la violencia por sí sola constituirá una diferencia fundamental para la sociedad. Donde los pacifistas ven a la autoridad como una versión más débil de la violencia, los anarquistas ven a la violencia como una versión más fuerte de la autoridad. También les repugna el aspecto moralista del pacifismo, su ascetismo y su fariseísmo, y su punto de vista benévolo acerca del mundo. Repetimos: son antimilitaristas, pero no necesariamente pacifistas.

[Critica al Ilegalismo] Errico Malatesta: Los Bandidos Trágicos (1913)

Cita

Extraído de rebeldealegre
Publicado originalmente Publicado en La Société Nouvelle,
año 19, No. 2, Agosto de 1913.

Malatesta14

Parecería tarde para hablar aún de ello, pero el tema no obstante sigue siendo actual, dado que estamos tratando con actos y discusiones que han ocurrido una y otra vez en el pasado y que, ay, se repetirán también en el futuro mientras las causas determinantes no hayan desaparecido.
Unos cuantos individuos robaron, y para robar, mataron; mataron al azar, sin discernimiento, a quien se pusiese en medio de ellos y el dinero tras el cual iban. Mataron a personas desconocidas para ellos, trabajadores, víctimas como ellos mismos, e incluso más, de una mala organización social.
En el fondo no hubo nada en esto sino lo de costumbre: fueron ellos el agrio fruto que maduró en el árbol del privilegio en el curso normal de los eventos. Cuando toda la vida social está manchada de fraude y violencia, y cuando aquel que nace pobre está condenado a todo tipo de sufrimientos y humillaciones; cuando el dinero es algo indispensable para la satisfacción de nuestras necesidades y para el respeto hacia nuestra personalidad, y cuando para tantas personas es imposible obtenerlo por medio del trabajo honesto y digno, no hay razón para sorprenderse si de tiempo en tiempo emergen unos cuantos infortunados que, cansados del yugo e inspirados por la moral burguesa, pero sin poder apropiarse del trabajo de otros bajo la protección de los gendarmes, roba ilegalmente bajo las narices de éstos últimos. Ya que para robar no pueden organizar expediciones militares ni vender veneno disfrazado de alimento, asesinan directamente con revólveres o dagas.
Pero los “bandidos” se llamaban a sí mismos anarquistas y eso le dio una importancia y un significado simbólico a hazañas que estaban lejos de tenerlo por sí solas.

«Le Petit Journal», periódico Francés ( 1863 – 1944.)

La burguesía saca provecho de la impresión que tales actos producen en el público para así denigrar al anarquismo y consolidar su propio poder. La policía, que con frecuencia son los instigadores secretos de estas hazañas, las utilizan para magnificar su propia importancia y para satisfacer sus instintos persecutorios y asesinos de modo de recuperar el costo de la sangre derramada en moneda fuerte y promociones. Lo que es más, dado que se habló del anarquismo, un número de nuestros camaradas se sintió obligado a no negar lo que se llama a sí mismo anarquista. Muchos, fascinados por lo coloreado de la aventura, admirando el coraje de los protagonistas, vio en esto nada más que un acto de rebelión contra la ley, olvidando examinar el por qué y el cómo.

Pero me parece que para determinar nuestra conducta, y aconsejar a la de otros, es importante examinar las cosas con calma, para juzgarlas de acuerdo a nuestras aspiraciones y para no conceder a las impresiones estéticas más valor del que tienen en realidad.
Seguro estos hombres fueron corajudos, y el coraje (que quizás es nada más que buena salud física) es sin temor alguno a la contradicción una cualidad maravillosa. Pero puede ser usada al servicio tanto del mal como del bien. Hemos visto personas corajudas entre los mártires de la libertad y también entre los más odiosos tiranos. Puede hallarse en revolucionarios como también puede hallarse entre camorristas, soldados y policías. Normalmente calificamos correctamente de héroes a quienes arriesgan sus vidas por el bien y tratamos de individuos violentos o, en los casos más serios, como brutos sin sentimientos y sedientos de sangre, a quienes usan su coraje para hacer mal.
No negaré lo colorido de estos episodios e incluso, en cierto sentido, su belleza estética. Pero los poetas admiradores del “beau gestedebiesen tomarse la molestia de reflexionar un poco.
Un automóvil yendo a toda velocidad, conducido por hombres armados con Brownings que esparcen el terror y la muerte en su camino es más moderno pero no más colorido que un bandolero de sombrero emplumado armado con un trabuco que asalta y roba a una caravana de viajantes, o que el barón feudal, vestido de acero y sentado en un caballo de guerra demandando su parte a una persona común, y no tiene más valor. Si el gobierno italiano hubiese tenido algo más que generales de operetta y jefes ignorantes y ladrones quizás hubiese logrado una bella operación militar en Libia, pero ¿hubiese sido la guerra en algo menos criminal o moralmente horrorosa por eso?
Sin embargo estos bandidos no eran, o al menos no todos eran, criminales vulgares.
Entre estos “ladrones” había idealistas desorientados; entre estos “asesinos” había naturalezas heróicas que en otras circunstancias, o inspirados por otras ideas, podrían haberse afirmado como tales. Lo cierto para quienes les conocían es que estos individuos estaban preocupados con ideas y que, si reaccionaron con ferocidad para satisfacer sus pasiones y sus necesidades, fue en gran medida bajo la influencia de una noción especial de la vida y la lucha.
¿Pero son anarquistas estas ideas?
¿Pueden estas ideas, aún si le concedemos a las palabras su sentido más amplio, ser confundidas con el anarquismo, o están, por el contrario, en flagrante contradicción con él?Ese es el asunto.

* * *

Un anarquista es, por definición, alguien que no quiere ser oprimido ni opresor, que quiere el máximo de bienestar, la mayor cantidad de libertad, el más completo florecer de todos los humanos.

Sus ideas, sus deseos, todos rescatan sus orígenes del sentimiento de simpatía, del respeto por todos los seres, un sentimiento que debe ser lo suficientemente fuerte como para llevarle a desear la felicidad de los demás tanto como la propia, y para renunciar a las ventajas personales cuya obtención requiere el sacrificio de otros. Si este no fuera el caso, ¿por qué sería enemigo de la opresión y por qué buscaría no ser un opresor?
El anarquista sabe que el individuo no puede vivir fuera de la sociedad. Que por el contrario, como ser humano existe solamente porque carga, resumidos en él, con los resultados de las obras de incontables generaciones pasadas, y porque se beneficia toda su vida de la colaboración de sus contemporáneos.
Sabe también que la actividad de cada cual influye directa o indirectamente en la vida de todos, y por ende reconoce la gran ley de la solidaridad que reina en la sociedad así como también en la naturaleza. Y ya que desea la libertad para todos debe desear que la actividad de aquella solidaridad necesaria, en vez de ser impuesta y aceptada inconsciente e involuntariamente, en vez de ser dejada al azar y explotada para el beneficio de algunos y para el detrimento de otros, se vuelva consciente y voluntaria y que se manifieste en igual beneficio para todos.
O ser el oprimido o el opresor, o cooperar para el bien mayor de todos: no hay otras alternativas. Y los anarquistas están naturalmente — y no podría ser de otro modo — por la cooperación libre y consensuada.
Entonces no “filosofemos” ni hablemos de egoísmo, altruísmo y otros acertijos. Concordaremos con gusto: somos egoístas. Todos nosotros buscamos nuestra propia satisfacción, pero es  anarquista quien encontrará su mayor satisfacción en luchar por el bien de todos, por la venida de una sociedad dentro de la cual se sentirá hermano entre sus hermanos, entre seres humanos saludables, inteligentes, ilustrados y felices. Quien puede vivir satisfecho entre esclavos y puede sacar provecho del trabajo de esclavos no es, y no puede ser, anarquista.
Hay individuos fuertes, inteligentes, apasionados, presos de grandes necesidades materiales o intelectuales que, puestos en las filas de los oprimidos, quieren a cualquier costo liberarse y, para hacerlo, no dudan en volverse opresores. Estos individuos, hallándose bloqueados por la sociedad actual, llegan a odiar y despreciar a todas las sociedades y, cayendo en cuenta de que sería absurdo querer vivir fuera de la colectividad, quieren hacer que todas las personas se sometan a su voluntad, a la satisfacción de sus propias pasiones. A veces, cuando están de algún modo enamorados de la literatura, se llaman a sí mismos “superhombres.” Inescrupulosos, quieren “vivir sus vidas.”
Burlándose de la revolución y de toda esperanza del futuro, quieren disfrutar el momento a cualquier precio y con desdén por todos. Sacrificarían a toda la humanidad por una hora — y algunos lo han dicho literalmente — de “vida intensa.”
Son rebeldes, pero no anarquistas. Tienen la mentalidad, los sentimientos de burgués fracasado, y si se las arreglan para tener éxito se convierten en reales burgueses, y ni un poco menos terribles entre ellos.
En el curso de la lucha ocurre a veces que los encontramos a nuestro lado, pero no podemos, no debemos, ni tampoco queremos confundirnos con ellos. Y ellos saben esto muy bien.

* * *

Pero muchos entre ellos aman llamarse anarquistas. Es cierto, y deplorable.

Por supuesto no podemos impedirle a las personas adoptar el nombre que gusten, y de nuestra parte no podemos abandonar el nombre que resume nuestras ideas y que nos pertenece, lógicamente e históricamente. Lo que podemos hacer es asegurarnos de que no haya confusión al respecto, o al menos la menor cantidad de confusión posible.Sin embargo, debemos intentar descubrir cómo es que individuos con aspiraciones tan contrarias a las nuestras han podido apropiarse de un nombre que es la negación de sus ideas, de sus sentimientos.

Aludí antes a las sospechosas maniobras de la policía, y sería fácil para mí probar que ciertas aberraciones por las que han intentado culpar a los anarquistas tuvieron como lugar de origen los antros de perdición de la policía: Andrieux, Goron y su estirpe.
En el momento en que el anarquismo comenzó a manifestarse y a obtener importancia en Francia la policía tuvo la brillante idea, digna del más ladino de los jesuítas, de luchar contra el movimiento desde dentro. Con este fin en mente enviaron agentes provocadores entre los anarquistas que simulaban aires ultra-revolucionarios e ideas anarquistas hábilmente parodiadas, las volvían grotescas y diametralmente opuestas a lo que son en realidad. Fundaron periódicos pagados por la policía, provocaron actos dementes y criminales de manera de ponerlas de muestra y que calificasen como anarquistas, comprometieron a inocentes y sinceros jóvenes a quienes poco después delataron y, con la complicidad de la prensa burguesa, lograron persuadir a una parte del público que el anarquismo era lo que ellos presentaban. Y los compañeros franceses tienen buena razón para creer que las mismas maniobras policíacas están todavía llevándose a cabo y que no son ajenos a los eventos que estamos tratando en este artículo. A veces los eventos exceden a las intenciones de los provocadores, pero en cualquier caso, la policía se beneficia de ellos de igual modo.
Debemos añadir a estas influencias de la policía otras que son menos desagradables pero no menos dañinas. En un momento en que sorprendentes atentados atrajeron la atención del público a las ideas anarquistas, escritores de talento, profesionales del bolígrafo siempre en búsqueda de un tema novedoso y la sensacional paradoja, se dispusieron a hacer anarquismo. Y ya que eran burgueses de mentalidad y educación, con ambiciones burguesas, hicieron al anarquismo algo adecuado como para dar a las imaginativas jóvenes y las indiferentes señoras un escalofrío sensual, pero que nada tenía

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Gabriele D’Annunzio ( 1863 – 1938) Novelista, poeta, dramaturgo, militar y político italiano

que ver con el movimiento emancipador de las masas que el anarquismo puede provocar… Eran hombres de talento, que escribían bien, a menudo proponiendo cosas que nadie entendía y… eran admirados. En cierto momento ¿no se dijo en Italia que Gabriele D’Annunzio se había vuelto socialista?

Luego de un tiempo estos “intelectuales” volvieron al seno burgués para probar ahí el precio de la notoriedad adquirida, mostrando ser lo que nunca dejaron de ser: aventureros literarios en busca de publicidad. Pero el daño ya se había hecho.

* * *

En resumen, nada de esto hubiese causado gran daño si solo existiesen personas con ideas claras, sabiendo claramente qué quieren y actuando en consecuencia. Pero junto a ellos cuántos hay con ideas confundidas, sus almas inciertas, yendo sin cesar de un extremo al otro.

Así es como es con aquellos quienes se llaman y se creen anarquistas pero que se glorifican en los viles actos que cometen (y que son generalmente excusables por necesidad o por su entorno) diciendo que los burgueses actúan de igual modo, e incluso peor. Esto es cierto, pero ¿por qué entonces pensar que eres distinto o mejor que ellos?
Condenan a los burgueses porque roban al trabajador buena parte de su trabajo, pero nada tienen que decir si uno de los suyos roba al trabajador lo poco que el burgués le dejó.
Se indignan cuando el patrón, para incrementar sus ganancias, hace trabajar a una persona en condiciones insalubres, pero están llenos de indulgencia por quien apuñala a la persona para robar unos cuantos sous.
No tienen más que desdén por el usurero que extorsiona unos cuantos francos de interés al pobre diablo por los diez francos que le prestó, pero encuentran estimable que uno de ellos tome diez francos de él de diez (que no le prestó) pasándole una moneda falsa.
Ya que son pobres de espíritu creen ser seres naturalmente superiores y sienten un profundo desprecio por las “masas atontadas,” arrogándose el derecho a hacer daño a trabajadores, a los pobres, y a los desafortunados porque “ellos no se rebelan y son por lo tanto defensores de la sociedad actual.” conclusionmalatesta7475_n
Conozco a un capitalista que, al sentarse en un café, se place en llamarse socialista, o incluso anarquista, pero en su fábrica no es menos explotador: un patrón avaro, duro, orgulloso. Y no lo niega en absoluto, pero tiene el hábito de justificar su conducta de un modo bastante original para un patrón:
“Mis trabajadores,” argumenta, “merecen el tratamiento que les hago sufrir, ya que se someten a él. Tienen personalidad de esclavos, y son defensores del régimen burgués, etc. etc.”
Este es exactamente el lenguaje de aquellos que se llaman anarquistas pero que no sienten ni simpatía ni solidaridad para con los oprimidos. La conclusión sería que sus verdaderos amigos son los patrones y sus enemigos la masa de los desheredados.
Bien entonces, ¿qué hacen hablando de emancipación y anarquismo? Que se vayan con la burguesía y nos dejen a nosotros en paz.
* * *
He dicho suficiente y debo concluir.
Concluiré dando algunos consejos a aquellos que quieren “vivir sus vidas” y que no les importa la vida de los demás.
El robo y el asesinato son medios peligrosos y, en general, no muy rentables. Por ese camino solo logras pasar la vida en prisión o dejar tu cabeza en la guillotina — especialmente si tienes la impudicia de atraer la atención de la policía llamándote anarquista y frecuentando anarquistas.Es difícilmente un asunto rentable.

Cuando eres inteligente, enérgico e inescrupuloso es fácil hacerte paso entre la burguesía.
Que entonces se esmeren mediante el robo y el asesinato legal para volverse burgueses. Les iría mucho mejor, y si es cierto que tienen simpatías intelectuales con el anarquismo se evitarán el disgusto de dañar la causa que les es querida — intelectualmente.

[Historia del anarquismo peruano] ¿Quién era Delfín Lévano?

Cita

César Lévano
Director

Extraído del Diario UNO, 9 de agosto del 2015
Saludamos a los compañeros de Perú Libertario que compartieron la noticia

El siguiente texto fue publicado originalmente en la revista Caretas Nº 395, marzo de 1969. Con su sentido histórico y social, Doris Gibson me dijo un día: “¿Por qué no escribe usted un artículo sobre su padre que se titule: ¿Quién era Delfín Lévano?” Debo, pues, gratitud a esa gran mujer. El texto recuerda una etapa del sindicalismo peruano, hoy reprimido, excluido y diezmado por el neoliberalismo de los Fujimori, García y Ollanta Humala, y que, sin embargo, lucha.

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Luis Alberto Sánchez pinta a Delfín Lévano como un dirigente textil (en su libro Haya de la Torre y el Apra). Felipe Cossío del Pomar (en Víctor Raúl) lo describe como un discípulo de Haya en la Universidad Popular González Prada, y distingue a este Lévano de “Lévano, el obrero”. La revista Así acaba de referirse a “los hermanos Lévano” como dirigentes del grupo anarcosindicalista “La Protesta” que conquistara la jornada de 8 horas en el Perú.  Sigue leyendo

[Entrevista] Tolstoi: «Una constitución no puede mejorar las cosas, no puede traernos la libertad»

Entrevista a León Nikoláievich Tolstói, entrevistado por Harold Williams publicado en The Manchester Guardian, 9 de febrero de 1905

Extraído de libro «Las Grandes entrevistas de la historia (1859-1992)»
Edición de Christopher Silverter (páginas 186 – 194)

tolstoi

Tolstoi anda con paso rápido, pero ligeramente inclinado. No ha abandonado su hábito de ejercitarse vigorosamente. Pasa casi todas las tardes cabalgando o caminando y en los momentos libres en que permanece en la casa juega con su hija a juegos de pala o de raqueta o se entretiene sólo con la pelota. Su salud es excelente, aunque un doctor que vive en la casa me aseguró que era muy propenso a los resfriados. Está tan convencido como siempre del valor de seguir una dieta vegetariana y comentó con gran aprobación los trabajos del doctor Haig y los éxitos de los deportistas vegetarianos en Inglaterra.

Por lo que se refiere a su trabajo, me resultó bastante decepcionante enterarme de que la novela de la que tanto se había oído hablar recientemente ha sido abandonada de momento y puede que nunca vea la luz. (…) Sigue leyendo

Fútbol anarquista, una experiencia en la región chilena.

Extracto del texto de Manuel Lagos “’Viva la Anarquía’: Sociabilidad, vida y prácticas culturales anarquistas.
Santiago, Valparaíso, 1890 1927”,
Cuarta Parte: La utilización del tiempo libre,
Capitulo 1: Paseos capestres y la vida al aire libre,
4.­Incorporación del fútbol, paginas 560­ – 564

 La foto es de los peloteros de la anarcosindicalista Federación de Obreros de Imprenta. Años treinta. (agradecemos a V. Muñoz por compartir la foto)

La foto es de los peloteros de la anarcosindicalista Federación de Obreros de Imprenta. Años treinta. (agradecemos a V. Muñoz por compartir la foto)

La incorporación del fútbol resulta un tanto extraño si nos remitimos a que los anarquistas tenían un discurso contrario a este deporte calificándole dentro de los vicios burgueses y actividades poco constructivas para la emancipación de los obreros. Especialmente, era atacado el boxeo, el cual era visto como un “Culto de la animalidad” tras el cual los jóvenes se entregan pensando en ganar “en diez minutos lo que puede ganar un obrero en diez años”. Y no se requiere tener más que la fuerza del toro, la agilidad del tigre, la ferocidad del lobo, la resistencia de un paquidermo y la imbecilidad de un asno, para recibir después de unos cuantos mordiscos y zarpazos, miles de pesos y el aplauso de miles de enfermos. Sigue leyendo

Las otras historias del Winnipeg y del exilio español en Chile

Eduardo Godoy
El Surco Nº39, Septiembre- Octubre 2012

winnipeg

   Se cumplieron 75 años desde el arribo del Winnipeg a Chile el pasado 3 de septiembre. Sin duda la experiencia del destierro, del exilio, fue traumá- tica para los perdedores de la Guerra Civil en España, para los que sufrieron en carne propia la violencia despiadada del franquismo y sus secuaces civiles, laicos y religiosos. El fracaso no sólo fue político (y epistemológico), sino también existencial, especialmente para aquellos que soñaron tercamente con un mundo más humano, fraterno, ajeno a la explotación del hombre por el hombre. Para aquellos que repudiaron la autoridad, en todas sus formas, que colectivizaron los campos y fábricas, y que pagaron caro, muy caro, el pecado de aspirar a un futuro mejor para sus hijos y descendientes. La guerra, fratricida, generó una fisura existencialcolectiva, una fractura socio-cultural en España, pero también una herida individual, sangrante, en los que emigraron forzadamente a distantes localidades y regiones, dejando el “terruño” que los vio crecer (“sólo con lo puesto”) y sabiendo que muchos de sus familiares fueron fusilados, mutilados y perseguidos; que la saña franquista, que contó nada menos que con el apoyo de Hitler, no les tuvo piedad, ni compasión. Sigue leyendo

Armonía Natural – Luigi Fabbri (1901)

Articulo original del periódico «La Protesta» , de Cadiz, España. 5 de Septiembre de 1901. Año 3 Nº98.
Descargar periódico La Protesta Nº98 

Periodico La Protesta mejor

I

Cuando los anarquistas hablan de volver a la ley de Natura es necesario interpretarlos bien,porque ellos no son naturalistas, esto es, no siguen la teoría de Rousseau, que quería restablecer al estado salvaje en las relaciones sociales y en la vida humana. Lo que piensan acerca de la reconstrucción de la sociedad sobre bases completamente nuevas es todo contrario a este prejuicio de muchos adversarios, adquirido en mosaicos de frases desatadas, tomadas, de aquí y de allá, de los libros y periódicos anarquistas, y reunidas precisamente por criterios de mala fé. Sigue leyendo

Los anarquistas ante la Primera Guerra Mundial

 Por: Mauricio Basterra

Publicado originalmente en el periódico CNT # 414, septiembre 2014; edición accesible en http://cnt.es/sites/default/files/Peri%C3%B3dico%20CNT%20414%20-%20Septiembre%202014.pdf.

Fuente: http://periodicoellibertario.blogspot.com.es/2014/09/los-anarquistas-ante-la-gran-guerra-1.html

Gran Guerra
 

Los disparos de Gavrilo Princip que acabaron con la vida del archiduque Francisco Fernando el 28 de junio de 1914 iban a variar muchas cosas. No solo iba a ser el pistoletazo de salida para una de las guerras más crueles de la historia (algo que las crisis balcánicas y del norte de África ya apuntaba), donde se conjugó los modelos de guerra tradicional hasta entonces (el cuerpo a cuerpo) con una guerra de posiciones y desgaste con material bélico sofisticado, el inicio de la guerra aérea y de la guerra química. La Primera Guerra Mundial también significó un profundo debate en el seno del movimiento obrero internacional y, como no, en el anarquismo. Una encrucijada en la que se vio el movimiento obrero del que iba a salir con otra fisionomía. Sigue leyendo

¡Oh Poeta Cohete! – Fëanáro

Dediado al José Domingo Gómez Rojas

«Tu, poeta.
yo alguien que escribe intentos de poemas.
Tu, poeta.
Poeta cohete, te decían ¿Que paso de ti?
¿Que fue de ti, joven poeta?
Eran tan solo un muchacho, 24 años muchacho
¿Por que lo hicieron?

Tu, poeta
¿Por que te mataron?
Eras un muchacho, un rebelde.
Fuerte con los estudiantes de la FECH y los industriales de la IWW.
Estudiante, wobblie, poeta y ¡anarquista!

Poeta Cohete, a ti te escribo
¿Fue un fascista?
¿Fue un capitalista?
¿Fue una dictadura?
¡No!, ¡fue la oligarquía de Sanfuentes!
¡Miserere! 
Poeta Cohete, desde aquí recordamos tu muerte
¡Miserere!
Maldita Guerra de Don Ladislao
¡Miserere!.

     Imagen
Fëanáro

El fusilamiento de Severino Di Giovanni, por Roberto Arlt

Roberto Arlt
El 1º de febrero de 1931 fue fusilado el anarquista expropiador de origen italiano Severino Di Giovanni,quien con asaltos y atentados, logró tener  en jaque a la policía del país durante seis años. Tras despedirse de su familia, Di Giovanni fue ejecutado en el patio de la penitenciaría de la calle Las Heras ante varios testigos, entre los que se encontraba el escritor Roberto Arlt, quien en un artículo –transcripto a continuación-narró los últimos momentos de vida del anarquista.
Fuente: ARLT, Roberto, Obras completas, Buenos Aires, Omeba, 1981, en PIGNA, Felipe, Los Mitos de la Historia Argentina 3, Buenos Aires, Planeta, 2006.

“Siempre he pensado que, así como no nace el hombre que escape a su destino, no debiera nacer quien no tenga una causa por la cual luchar, justificando su paso por la vida. Di Giovanni fue un idealista, equivocado o no, y es respetable para los que luchamos por una causa que tampoco podemos saber si es la verdad.” Juan Domingo Perón

severino1“El condenado camina como un pato. Los pies aherrojados con una barra de hierro a las esposas que amarranlas manos. Atraviesa la franja de adoquinado rústico. Algunos espectadores se ríen. ¿Zoncera? ¿Nerviosidad?¡Quién sabe! El reo se sienta reposadamente en el banquillo. Apoya la espalda y saca pecho. Mira arriba. Luego se inclina y parece, con las manos abandonadas entre las rodillas abiertas, un hombre que cuida el fuego mientras se calienta agua para tomar el mate. Permanece así cuatro segundos. Un suboficial le cruza una soga al pecho, para que cuando los proyectiles lo maten no ruede por tierra. Di Giovanni gira la cabeza de derecha a izquierda y se deja amarrar. Ha formado el blanco pelotón fusilero. El suboficial quiere vendar al condenado.Éste grita: “Venda no”.”Mira tiesamente a los ejecutores. Emana voluntad. Si sufre o no, es un secreto. Pero permanece así, tieso, orgulloso. Di Giovanni permanece recto, apoyada la espalda en el respaldar. Sobre su cabeza, en una franja de muralla gris, se mueven piernas de soldados. Saca pecho. ¿Será para recibir las balas?— Pelotón, firme. Apunten.

La voz del reo estalla metálica, vibrante:

— ¡Viva la anarquía!
— ¡Fuego!

”Resplandor subitáneo. Un cuerpo recio se ha convertido en una doblada lámina de papel. Las balas rompen la soga. El cuerpo cae de cabeza y queda en el pasto verde con las manos tocando las rodillas. Fogonazo del tiro de gracia.

”Las balas han escrito la última palabra en el cuerpo del reo. El rostro permanece sereno. Pálido. Los ojos entreabiertos. Un herrero martillea a los pies del cadáver. Quita los remaches del grillete y de la barra de hierro. Un médico lo observa. Certifica que el condenado ha muerto. Un señor, que ha venido de frac y con zapatos de baile, se retira con la galera en la coronilla. Parece que saliera del cabaret. Otro dice una mala palabra.

”Veo cuatro muchachos pálidos como muertos y desfigurados que se muerden los labios; son: Gauna, de La Razón, Álvarez, de Última Hora, Enrique González Tuñón, de Crítica y Gómez de El Mundo. Yo estoy como borracho. Pienso en los que se reían. Pienso que a la entrada de la Penitenciaría debería ponerse un cartel que rezara:

— Está prohibido reírse.

— Está prohibido concurrir con zapatos de baile”.

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Fuentes:

http://www.elhistoriador.com.ar/articulos/decada_infame/fusilamiento_severino_di_giovanni_por_roberto_arlt.php
Carta de Juan Domingo Perón a Osvaldo Bayer del 15 de marzo de 1971, en Osvaldo Bayer, “Historia: investigación y frivolidad”

Foto: Algo Habrán hecho por la historia de Argentina, Capítulo 11 – «El huevo de la serpiente» (Temporada 3). Conducción y Dirección: Mario Pergolini y Juan Di Natale; Prod. Ejecutiva: Cuatro Cabezas; Producción: Endemol

Noches de tocatas, alcohol y “revolución”

Cita

Noches de tocatas, alcohol y “revolución” 

«Washo, hay una tocata hoy día! Vamos?como que te vai a quedar leyendo un libro? Kropotkin? Y quién ese ese weón? Deja de leer weás, la revolución se hace en la calle, no leyendo a viejos weones. Que la revolución no se hace en las tocatas? Si es pa pasarla bien un rato weón amargado, Al final vai? Buena, ya nos vemos a las 10 en el local, lleva plata pal copete y pa unos paraguas!

Buenaaa, como estay?, Yo bien, acá un poco cansado por la semana. La pega me tiene pa la cagá, el weón de mi jefe es más explotador, trabajo de 8 a 8 y de lunes a sábado, pa la cagá o no?, que cuanto me paga?, 200 lucas el muy maricón, si po, quién te manda a trabajar en el Ripley?, nadie po weón, pero no quedaba otra nomás. Bueno ahora tamos pa pasarla bien o no washo?. Y a ti como te ha ido en el líceo? Que te pillaron copiando en una prueba? Puta culiao la mala cuea! Pero no habiai estudiado? Ahh te habiai quedado escribiendo, y pa que escribis tanto? pa repartir en el centro? Buena igual… Oye weón compremos unas chelitas? Que no tomai? Pero como weón!, si venimos a tomar po hermano! Que onda? Ahh te dio esa wea de creerte canuto! Que no compre? Pero si quiero tomar po weón, que tiene? Que es un arma burguesa pa someternos? Adonde weón, de donde sacai esas weas, que lo decían todos los viejos anarcos? Y dale con esos weones, a las finales yo decido lo que hago con mi vida, si te creí tan anarco, entonces déjame tomar nomás!

Ta la raja la tocata, no cierto compa? Te vei como bajoneado… que no creís que esto es la revolución? Entonces que chucha es po weón! Si mira fíjate: acá le echamos puteas a la sociedad, acá no entran los pacos, acá vivimos en anarquía, si queremos culear nos vamos al baño, si queremos borrarnos tomamos copete o nos tiramos sus líneas, cachai? La wea que voh querís po, la anarquía o no? Que esto no es anarquía? Puta el weón pa grave!… ya culiao yo se lo que te falta: un cuete!. Tengo paragua eso si nomás, pero hay harto hermano, es uno de cinco así que tenemos pa la noche! Que no fumai weas que comprai en la calle? Que eri exigente weón! Y porque? Porque fumai pura mierda y el tráfico beneficia a los burgueses? Chucha! Le hiciste a un hongo? Porque te vai en las mansas ramas weón, ni yo pensaría alguna wea así jaja.

Oye weón! Cachai que recién culie con una mina! Si po ahí en el baño! Igual tuvo piola, la mina era entera rica jaja! Pero cachai que me dijo una wea que me quedó dando vueltas, dijo que voh erai sapo. Yo le dije que no po, que erai mi amigo y todo, pero ella decía que erai sapo porque te vestiai como un weón normal. Puta igual me incomodo la wea por que voh igual te vestis re piola, ni una bota, ni una moika, ni un parche, nada weón! Puta pónete alguna wea, después no me van a dejar entrar pa acá! Que no necesitai vestirte de alguna forma pa ser anarquista? Pero igual po weón, con la pinta te veí más choro, intimidai más en la calle, asi que piensa la wea, que igual te vei medio cuico así.Toy pa la caga weón, no doy más! Tome mas que la chucha, toy re volao jaja! Viva la anarquía! Viva la libertad! Grita conmigo por weón! No eri anarquista? Ya po grita que estamos en anarquía.

Ambos estaban abrazados, el tipo que acompañaba al borracho lo suelta, pega un grito y todos en el recinto se quedan callados y comienza:

Que es la anarquía? El culear, tomar, escuchar música, volarse, gritar viva la anarquía con una cerveza en la mano? No compañeros eso no es anarquía, eso es lo mismo que una fiesta burguesa, la única diferencia es la música! La anarquía se contruye afuera, día a día, sin copete, sin pitos! Se construye hablando con la gente, gastando plata en imprimir folletos, gastando energías en jornadas de propaganda, así se contruye compañeros y compañeras! Las tocatas sirven para pasarlo bien, pero no sirven como medio de revolución. A los opresores les gustan las tocatas porque en ellas nos curamos y no concientizamos, los pacos prefieren una marcha a una tocata, que creen que sienten los pacos al ver una tocata? Risa! Que creen que sienten los pacos al ver una marcha? Miedo! La calle está afuera, la revolución esta afuera, no en este local. Salgamos a la calle ahora mismo y propaguemos la revuelta!.

Nadie sabe que pasó después, algunos dicen que todos aplaudieron, pero los las versiones más fuertes dicen que todos pifearon y echaron al tipo, lo tildaron de “sapo” y lo echaron de la tocata, rechazando su crítica, al tiempo que seguían mochando, presos del alcohol y del paragua. Luego la cosa se volvió tensa, algunos se agarraron a combos, otros sacaron sus cuchillos dispuestos a matar, algunos los alentaban, todo esto mientras el tipo que echaron miraba desde afuera, y al mismo tiempo que movía su cabeza de lado a lado, en símbolo de negación, repetía estas frases “que fea es la anarquía”

Por El Gato Negro.

Publicado en El Sol Ácrata N°10, Diciembre de 2012.

 Publicación original.

Libro: «Armando Triviño: Wobblie. Hombres, ideas y problemas del anarquismo en los años veinte».

Cita

Libro: «Armando Triviño: Wobblie. Hombres, ideas y problemas del anarquismo en los años veinte. Vidas y escritos de un libertario criollo». – Victor Muñoz (2009)

Armando triviño libro

«El libro se vale de la figura del anarquista Armando Triviño para ilustrar una época singular de nuestra historia, caracterizada por el auge, apogeo y declive del movimiento ácrata nacional. Las ideas, las discusiones, los intensos debates de un tiempo rico en oratoria, leídos a través de la figura del prócer del anarco sindicalismo local. Este hilo conductor resulta una acertada elección por parte de Muñoz, quien nos introduce al tema con un muy documentado ensayo de la escena anarquista en Chile a partir de la segunda década del siglo XX, en un derrotero que dura casi veinte años hasta la llegada de la dictadura de Carlos Ibáñez y la posterior desaparición del sindicalista. El trabajo se completa con una compilación de escritos de Triviño publicados en diferentes periódicos y publicaciones libertarias de la época, donde destacan visiblemente sus “Arengas”: furibundas demostraciones de elocuencia dirigidas a la causa de la emancipación del cuerpo proletario contra las usurpaciones, vejaciones e injusticias sufridas a diario a manos de la lacra capitalista que dirigía -¿o dirige?- los destinos de la nación. (…)» Para continuar la reseña hacer click aca.

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La propaganda por los hechos en el movimiento anarquista chileno (1890-1910), por Igor Goicovic

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La Propaganda por los hechos en el movimiento anarquista chileno (1890-1910) – Igor Goicovic

«Lo siguiente es un pequeño ensayo escrito por el historiador Igor Goicovic, donde busca hacer una interpretación de hechos y acciones registradas entre 1890 y 1953 en la región chilena; una suma de actos que vinieron a propagar el ideal anarquista por medio de lo que dentro del movimiento ácrata se denomina la “propaganda por los hechos”. En dicho ensayo se recoge la acción ejecutada por el anarquista individualista Efraín Plaza Olmedo (1886-1925) en 1912, donde asesina a dos jóvenes «burgueses» en venganza a la matanza ocurrida en 1907 en la Escuela Santa María de Iquique donde mueren miles de obreros a balas del ejército chileno, masacre de la cual la burguesía chilena participo.»

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