(PDF) Chile: Los Gorilas estaban entre nosotros

Libro escrito por Helios Prieto, lanzado en octubre de 1973, que relata la derrota del proletariado chileno, y como la Unidad Popular dirigida por el Gobierno de Salvador Allende pavimentó el camino a la burguesía chilena para el Golpe Militar en septiembre de 1973.

Editorial Tiempo Contemporaneo. Bs. As. Argentina, 1973

Prólogo

Cuando se vuelve a editar después de casi medio siglo a un autor tan poco conocido, hay que dar una explicación. Y tratándose de un libro consagrado a la crítica de un proceso social del pasado, no se lo puede reeditar sin tratar de actualizar su contenido.

En este libro se examina muy de cerca la “vía chilena al socialismo” ensayada en 1970-73. De él se hizo sólo una edición en castellano y una en inglés en 1974, y no parece haber sido leído por mucha gente. En el Chile de esos años, cuando los militantes querían entender los sucesos importantes, leían de preferencia a autores prestigiados como dirigentes partidarios, o bien la prensa de las diversas organizaciones revolucionarias.

Esos textos no eran siempre muy esclarecedores, pero expresaban –y al mismo tiempo moldeaban– el sentido común de la época. Por lo general se los leía no para descubrir perspectivas nuevas, sino para confirmar las que ya se tenían (a menudo la línea dictada por los jefes del partido). Las teorías se usaban menos para emprender nuevas exploraciones que para prevenirlas.

Las cosas han cambiado. Ahora la línea de pensamiento correcta ya no es impuesta por dirección partidaria alguna, sino por un tibio sentido común filisteo que lo invade todo. Las fuertes discrepancias teóricas y políticas de esa época hoy se expresan como diferencias de opinión, lo cual quiere decir que la conciencia social de entonces no evolucionó, sólo se atenuó. Para decirlo de otra manera: desde los días de Allende y los Cordones Industriales, la conciencia teórica sobre el capital y el trabajo, sobre las clases y la transformación social, no se ha revolucionado con la radicalidad y presteza con que la propia sociedad capitalista se revolucionó en ese lapso. El resultado es que hoy en el movimiento social siguen predominando los mismos puntos de vista –y por lo tanto las mismas opciones prácticas– que en 1970-73 se combinaron para crear un callejón sin salida histórico. Este congelamiento de la conciencia social hace que cualquier discusión sobre ese período se bloquee tarde o temprano en el mismo punto muerto en el que quedaron varados los revolucionarios de entonces. La praxis social de hoy, con todo lo que tiene de viviente y subversivo, casi no se reconoce en esa historia y busca su propia expresión teórica al margen de toda referencia a conceptos como “revolución” o “lucha de clases”.


Cosa muy comprensible, ya que los únicos que siguen empleando estos conceptos no parecen tener nada que hacer con ellos excepto darles el mismo sentido que se les daba en 1973, casi como si desearan recorrer el mismo camino para llegar al mismo resultado.

Deja un comentario