Lo importante no es la caída sino el aterrizaje | Crónica del día que murió Mauricio Morales

Cita

«Salí corriendo sin ninguna gana de llorar para adelante donde habían otros compas, lo único que atinaba a decir es que había sido el Maury, que el Maury estaba muerto, que la tele lo estaba mostrando y que había muerto despedazado por una bomba»

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Para tomar en consideración antes de leer.

Este texto vío a la luz en el libro «Punto de Quiebre: Memorias de lucha desde la región chilena» de Editorial Crimental (Noviembre, 2013) a cuatro años de la muerte de Mauricio Morales, compañero anarquista que muere trágicamente un 22 de Mayo del año 2009, al transportar un artefacto explosivo que aparentemente se dirigía a Escuela de Gendarmeria del Barrio Matta, Santiago.
No queremos contribuir a la «martirización» del compañero como muchos lo han hecho, puesto que la línea editorial de este «periódico» (o blog) no comparte mucho las ideas -insurrecionales- de Mauricio. Pero si creemos que es importante la memoria, y el uso crítico de la historia reciente, sobre todo con compañeros. Y esto por que también creemos que las fronteras ideológicas muchas veces se desvanecen en tiempos de conflicto o tiempos que son algo duros para las personas quienes las transportan. Por ende más allá de pequeñas diferencias, creemos importante que la memoria del Maury, va más allá de sus amigos cercanos, sino que va a todos quienes desean un mundo sin leyes, ni amos -de ningún tipo-.
En este texto nos pareció importante aclarar algunos «chilenismos» que se encuentran, todos entre paracentesis y mencionando que el editor aclara el termino. Esto para que los compañeros y compañeras de otras latitudes puedan entender la crónica.
Por último, queremos destacar que el titulo original es «Lo importante no es la caída sino el aterrizaje. A 4 años de la muerte del Punky Maury«, decidimos sacar lo de «A 4 años de la muerte…» por que evidentemente ya no son 4 años, puesto que los años suben, y el titulo -a nuestro parecer se descontextualiza- y agregamos «Crónica del día que murió Mauricio Morales» puesto que nos pareció algo más atractivo como título. Esperamos que el compañero o compañera que firma como «Un compa Anónimo, con algo de nostalgia, tristeza pero mucho newen» no se enoje mucho por esta pequeña modificación.

PD: Al final del texto adjuntamos unas canciones una dedicada  Mauricio Morales de Banda Zope! (Un Hombre con una Bomba) y el otro de Lengua de Trapo, que desconocemos la motivación de esta banda con el tema, algunos decían que era dedicado a Mauricio, pero el tema se publica en abril del 2009, un mes antes de la acción de Morales. Pero que igual es nostálgica por ende la decidimos incluir, en este pequeño «homenaje» o recuerdo.

Atentamente Grupo Anarquista La Boina.

«El día en que hagan chapitas y poleras con su cara le pintare orejas de Mickey Mouse, me seguiré burlando cariñosamente de él y hasta de su muerte.

Me seguiré burlando cariñosamente de el y hasta de su muerte, con ese humor ácido que tanto hace enojar a los reyes del martirologio y la seriedad, recordando que si no fuese el al que le hubiera pasado eso, seria el primero en irónicamente reírse de la situación y burlarse de la desgracia, a veces uno ríe para no llorar.»

Lo importante no es la caída sino el aterrizaje

«Esto no es un relato fiel de lo que paso el día que el Maury murió, no es una oda a nada (quizás un poco al recuerdo), ni una reflexión política acabada, no entrega respuestas y la verdad no creo que abra preguntas, esto es un relato de las entrañas, un ejercicio individual y subjetivo de rememorar el pasado vivido y cercano, es una forma de no dejar que el Maury se diluya en las hojas del calendario, que no termine mistificado, que no termine olvidado, su recuerdo perdura no solamente por la acción en la que perdió la vida, su memoria continua al vernos reflejados en un compañero mas, que participó activamente por la destrucción de este mundo de miserias, que compartió, se equivoco y acertó en las innumerables aristas que tuvo su vida y que óbito en el difícil camino de rebelarse con lo existente. su defensores y sus falsos críticos, construyendo el mundo que imaginaba en el aquí y el ahora!»

Crónica del día que murió Mauricio Morales

Recuerdo que ese día me desperté bien temprano a eso de las 7:30 y como costumbre para no dormirse de nuevo prendí la tele para que hubiera ruido, la compa con la que compartía en ese tiempo tenia clases en la mañana y entre fríos (me acuerdo harto de ese frió y un par de besos de despedida se fue. La caja de luces murmuraba algo, algo de una bomba, pusimos atención, hablaban de un muerto, a esa hora no estaba claro quien era ni por que, me asuste pensando que podía ser un transeúnte, me dio un escalofrío momentáneo por toda la espina cuando pensé que podía ser un compañero, pero las impresiones fueron vagas y no se podía sacar conclusiones, aparte tenia sueño. la compa se había ido y yo no tenia que hacer nada importante en la mañana, como buen vago me volví a dormir…

«Me asuste pensando que podía ser un transeúnte, me dio un escalofrío momentáneo por toda la espina cuando pensé que podía ser un compañero»

«Lo había visto la semana pasada y para variar me había agarrado pal webeo»

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Mauricio Morales, -o Costra como le decían sus cercanos- en una actividad para los niñxs del Barrio Yungai, disfrazado de Tigre. (Fotografía tomada por la policía en uno de los allanamientos)

Desperté mas tarde a eso de las 12, por un momento no me acordaba de la información de mas temprano, después de remoloneo, gruñidos y bostezos me levante, me acorde al instante de la TV, la encendí y por un momento no puede reaccionar… enmudecí, me quede medio blanco mirando el canal mas fascista de la tele, el Mega, y ahí en toda esa combinación de colores lumínicos y emociones medias desconocidas. la primera imagen que veía era el rostro del Panky, era su foto de la universidad que digámoslo no era las mas bonita, pero le servía al poder para ponerle rostro al compa muerto, si, MUERTO, eso era lo mas difícil de entender, lo había visto la semana pasada y para variar me había agarrado pal webeo, (lo había molestado, Nota del E.) yo le respondía de la misma forma y nos reímos junto a otros compas de nimiedades y tonteras, aun no me saco de la cabeza la ultima vez que lo vi.

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El sueño americano de Sacco y Vanzetti

Cita

Por el historiador y ensayista, Rodrigo Quesada Monge
El texto es extraído de Equipo Eritica .org

sacco y vanzetti

I

En la madrugada del 23 de agosto de 1927 (este año se recuerda el noventa aniversario), dos trabajadores italianos migrantes eran electrocutados debido a las sospechas, nunca confirmadas, de su responsabilidad como asesinos de un pagador y de un guardia, a quienes, supuestamente, habrían asaltado la tarde del sábado 15 de abril de 1920, para robarles quince mil dólares. El juicio lleno de irregularidades, defectos y pifias judiciales, suponía la pena de muerte como conclusión definitiva. Nicola Sacco (1891-1927) y Bartolomeo Vanzetti (1888-1927) habrían llegado a los Estados Unidos, a principios del siglo veinte, buscando el “sueño americano” que terminó friéndolos en la silla eléctrica.

 

II

Sin entrar en los pormenores del juicio, que resultó ser una perfecta burla de las tradiciones más entrañables de justicia, libertad y tolerancia sobre las que se habría construido, originalmente, la sociedad norteamericana, Sacco y Vanzetti deben ser recordados hoy día, porque ellos dos fueron víctimas de algo que una buena parte de la clase dominante en los Estados Unidos, sigue promoviendo como un valor incuestionable de su supuesta civilización democrática: la intolerancia. Los dos humildes trabajadores migrantes italianos, el primero un zapatero y el segundo un vendedor ambulante de pescado, fueron llevados a la silla eléctrica por tres motivaciones esenciales, que han sido recuperadas con toda su fuerza por la actual administración presidencial de los Estados Unidos, con Donald Trump a la cabeza: 1) por razones étnicas; 2) clasistas; y 3) políticas.  Sigue leyendo